Organizar y planear nuestro día a día no se limita a tener un calendario que nos recuerde nuestras tareas o pendientes; implica establecer una visión clara de hacia dónde vamos y posteriormente adecuar nuestras acciones a la meta que deseamos alcanzar.
En Be Human Skills te invitamos a reflexionar sobre la forma en que planeas, organizas y concibes tu vida, tu futuro y tu trabajo.
Los verdaderos líderes saben hacia dónde irán. Tienen claros sus sueños y pueden imaginar el lugar al que quieren llegar. Son capaces de inspirar y llevar a las personas a una misma misión. Para eso es importante tener en cuenta lo que se requiere para trazar un mapa certero y con sentido.
Desear es el primer paso; porque, si no sueñas con una meta, no podrás llegar a ella. Pero los siguientes pasos para lograrlo estarán enfocados en prepararte para conseguirlo.
Proyectar y diseñar una estrategia requiere ordenar tus ideas, plasmarlas, comunicarlas con claridad y llevarlas a la acción. Los resultados deberán ser medibles para que en tus parámetros haya congruencia y puedas determinar el éxito del proyecto. Si falta alguno de estos pasos, es probable que tu proyecto se quede inconcluso.
La planificación estratégica no se limita a un proyecto específico de trabajo. Puedes planear tus ventas, tus negocios y también tus pasatiempos, tu desarrollo interior o tus metas personales (como bajar de peso o hacer ejercicio).
Solamente es cuestión de tener claro hacia dónde quieres ir y para qué.
Hay una serie de pasos indispensables en el éxito de una planeación. La metodología la podrás elegir entre muchas otras existentes en el mercado. Realizar un balanced scorecard es una de las más comunes.
Algunos pasos generales que te recomendamos son:
- Establece un objetivo claro.
- Asegúrate de que se adecue a tus valores.
- Conoce tu contexto (tanto interno como externo).
- Realiza un plan de acción.
- Establece tus líneas de tiempo para cada acción.
- Genera tus indicadores. ¿De qué forma te vas a medir? Éstos deben ser accionables, cuantificables, comprensibles, repetibles y oportunos.
- Da seguimiento continuo a tu mapa estratégico.
- Replantea cada vez que sea necesario.
Cuanto más específico puedas ser en cada punto, mayor claridad habrá en el trayecto. Rodéate de personas que vayan en tu misma dirección. De esta forma será más fácil llegar a la meta.
Organiza tus actividades diarias para cumplir con tus tareas paulatina pero certeramente. Define y diferencia lo urgente de lo importante y da a cada espacio su tiempo y su importancia.
El proyecto más importante de tu vida eres tú mismo. No dejes a un lado tu crecimiento interno, tus relaciones y vínculos por un proyecto laboral. Ten por seguro que el mayor rédito lo dará el ver por ti.
Recuerda que ser específico no quiere decir ser rígido. Acepta que tu plan puede cambiar; sólo mantén tu mirada en la culminación del objetivo.
Estamos en la puerta de un nuevo año. Con todos los propósitos y metas que caracterizan a una nueva etapa. Nos emociona pensar en los inicios, en lo que nos depara esta oportunidad que todos esperamos con anhelo. Un 2020 lleno de retos que nos ha invitado a la reflexión, la resiliencia y la reestructuración de mucho de lo que dábamos por cierto.
Éste es un gran momento para hacer un espacio de introspección y ponderación de la forma en que hemos vivido los cambios y poner en práctica lo que hemos aprendido.
La vida puede planearse por adelantado. Podemos plantearnos metas, objetivos y finales esperados. Y, sin duda, es una maravillosa idea tener un mapa trazado. Sólo asegúrate de ser flexible. El mapa es la guía, pero los caminos pueden cambiar. Y, cuando la vida te cambie la jugada, habrá siempre una forma de reinventarnos, reconsiderar y replantear la estrategia. Ser flexible y maleable, de acuerdo con lo que sucede en nuestro principio de realidad, nos hará personas con mucho mayor capacidad de éxito.