México se encuentra en una zona geográfica con alta exposición a riesgos de la naturaleza; sin embargo, menos del 6.5 por ciento de las viviendas se encuentran aseguradas contra daños climáticos, ocasionando que un gran porcentaje se quede desprotegida, por una alta indiferencia al riesgo.
Para revertir este panorama, es necesario fortalecer la cultura del seguro en la sociedad y promover la implementación del seguro obligatorio contra riesgos de la naturaleza, que sea sancionable, y cuyo volumen de asegurados ayude a fortalecer la resiliencia del país.
Así lo señaló Carlos Peña Arenas, presidente nacional del Comité de Daños de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac), durante la entrevista con El Asegurador.
Al preguntarle, desde su perspectiva, cuál era el reto del aseguramiento contra desastres naturales, ahora que el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) se encuentra en vía de extinción, el especialista indicó que ante la iniciativa gubernamental de la desaparición del Fonden, la reciente renovación del seguro contra catástrofes naturales por 5,000 millones de pesos de suma asegurada, con vigencia hasta 2025, se convierte en el primer recurso que se deberá usar para reparar daños catastróficos de ocurrir un evento climático.
Posterior a la ocurrencia de la catástrofe, corresponde evaluar las zonas afectadas y, en caso de que los daños superen este deducible y se agote la suma asegurada de 5,000 millones de pesos, entonces, entra en juego el Bono Catastrófico cuyo monto económico es de 485 millones de dólares; aunque Carlos Peña destacó que este bono rara vez se utiliza, ya que está diseñado para cubrir aquellos daños que superen la primera capa de protección que otorga la cobertura contra daños de la naturaleza.
Con la desaparición del Fonden, hay quienes se preguntan si la cobertura contra catástrofes naturales, más el respaldo del bono, es suficiente para hacerle frente a un evento de gran destrucción y, desde su experiencia, la respuesta es que sí, siempre y cuando su proceso de aplicación conlleve una gestión adecuada.
No obstante, el punto en el que es necesario tener enfoque, añadió, no es si alcanza o no la cobertura, sino definir qué se necesita hacer para que la sociedad, toda, tenga por lo menos un seguro básico de daños obligatorio en el hogar, con el que pueda recuperar sus pérdidas y hacer que la sociedad y el país mismo sea más resiliente ante este tipo de fenómenos.
El sector asegurador reconoce la necesidad de diseñar productos accesibles y eficientes para proteger las viviendas, y aunque los seguros de Hogar han evolucionado considerablemente en los últimos años, hace falta incidir con mayor fuerza, tanto en la cultura de seguros, como en la obligatoriedad y sancionabilidad de las coberturas, precisó Peña.
Algunos imaginan que el seguro de Hogar es un producto caro. No lo es, de hecho, el entrevistado refirió que es más barato que un seguro de Automóvil. En comparación, “gastamos más en una salida el fin de semana, que lo que podría representar el costo de un seguro para proteger nuestro patrimonio”, subrayó el experto en seguro de Daños.
Para fomentar la cultura del seguro, recomendó que el Gobierno y las aseguradoras lleven a cabo campañas educativas que resalten los beneficios y la accesibilidad de esta póliza. Y aunque su obligatoriedad causa controversia en México, la realidad es que, si los seguros fueran sancionables, con consecuencias claras por no tener una póliza, veríamos una mayor penetración de seguros y una reducción en los costos, debido al aumento de asegurados, señaló Carlos Peña.
Existen programas muy importantes. Tal es el caso del seguro del predial. Si dicha cobertura fuera explicada de mejor manera, para que la población no se guiara sólo por el costo, se incentivaría más a las personas a pagar a tiempo su predial y, paralelamente, se fomentaría el conocimiento de este tipo de coberturas, apuntó.
¿Qué acciones debería emprender el sector asegurador para alentar a que haya cada vez más viviendas aseguradas? “Impartiendo pláticas que enseñen lo bondadosa que es una póliza de hogar, quitándole de la mente a los usuarios potenciales la idea de que una cobertura de esta naturaleza está lejos de su presupuesto, ya que no es así”, concluyó.