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Legalizar autos chocolate, atentado grave contra economía, empleos y medio ambiente: Coparmex

El Asegurador

La legalización de los autos popularmente llamados  chocolate” representa una amenaza grave   para la economía, el medio ambiente y los empleos, además de que atenta seriamente  contra la recuperación del sector de la industria automotriz, que es clave para el país, advierte la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

En ese contexto, las cifras más recientes relacionadas con la fabricación de autos   dadas   a conocer por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) reflejan     una caída del 39 por ciento en las ventas del mercado nacional. Por ello, la Coparmex considera que la regularización de estos vehículos se convierte en un duro golpe al sector del ensamblaje,       que ha sido uno de los más afectados por la pandemia. 

Según la AMDA, en México se vendieron 428,312 vehículos ligeros entre enero y mayo del 2021, cifra 19.8 por ciento menor a  los niveles de ventas registrados entre  enero y  mayo del 2019. La producción total de vehículos ligeros está actualmente 19.7 por ciento por debajo de los niveles vistos en el mismo periodo previo a la pandemia. 

Legalizar los autos irregulares (de procedencia incierta;  a menudo obsoletos y más contaminantes por ser antiguos; y difícilmente asegurables por no estar garantizados por una marca ensambladora reconocida)    implicaría cohonestar  el contrabando y fomentar la competencia desleal contra  una industria estratégica para México, como la automotriz,  que además ha quedado  gravemente afectada por la pandemia.                   

La Coparmex considera que no es adecuado hacer depender  la recuperación de la industria  automotriz de  México   del repunte del sector estadounidense, que se prevé que ocurra hacia finales de 2022. Tampoco hay que perder de vista, dice el organismo, las presiones que enfrenta dicho sector, como   el incremento del precio del acero (que recientemente  alcanzó su mayor nivel en siete años), el desabasto de semiconductores (chips) en el mercado global  o los procesos laborales para renovar contratos colectivos entre sindicatos y empresas como parte de lo establecido en el T-MEC, explicó  el ente   patronal.

La  Coparmex advierte asimismo que casi dos millones de empleos vinculados a la fabricación de equipo de transporte y a su comercio al mayoreo y menudeo se verían en riesgo dada la posible contracción del mercado interno.

Por otra parte, la Coparmex agrega que se prevé  una caída en la recaudación de impuestos, ya sea porque los fabricantes dejen  de pagar IVA e ISR ante los recortes en la producción que tendrían que hacer por una menor demanda de autos nacionales  o porque quizá haya  una contracción en la captación del ISAN,  impuesto que los compradores de vehículos nuevos tienen que pagar y por cuyo concepto   se recaudaron en 2020 poco más de 11 000  millones de pesos.

Por lo que respecta a las afectaciones al medio ambiente, para la Coparmex resulta incongruente que las autoridades promuevan acciones como el programa Sembrando Vida  y de forma paralela alienten  la importación  de automóviles   que por sus elevados kilometrajes y antigüedad son altamente contaminantes.

La   Comisión Ambiental Metropolitana tiene registros de que  en algunas zonas del valle de México   las emisiones generadas por vehículos representan hasta un 60 por ciento de la contaminación total por partículas suspendidas gruesas (PM-10), y  lo más grave  es que, de acuerdo con  la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en nuestro país 14,700 personas a causa de enfermedades asociadas a la contaminación.    

Ante este complejo panorama, la Coparmex hizo un llamado al  Gobierno   para que implemente   una política orientada a incentivar   sistemas de transporte público más eficientes y sostenibles, en lugar de regularizar autos de dudosa procedencia   cuya antigüedad promedio ronda los 15 años   y que no cumplen con las normas vigentes de protección medioambiental,  como   la NOM-042-Semarnat-2003 y la NOM-044-Semarnat-2017.

Otro riesgo que subraya    la confederación de patrones  de este país  es el relacionado con la seguridad de las personas: muchos de estos  vehículos, puesto que son  desechados o tuvieron siniestros  en su país de origen (Estados Unidos, Canadá o Centroamérica),      no garantizan los estándares mínimos de seguridad vehicular, lo que pone en riesgo a los usuarios del auto y a  las personas del  entorno.

Por último, el    organismo cúpula de los empresarios agrega que  otro riesgo vinculado a la legalización de estos autos es  que se ampliarían los márgenes de operación de grupos de traficantes de vehículos, lo que dañaría aún más  a las entidades fronterizas. Muchos de estos autos, que circulan con placas vencidas de   Estados Unidos, lo hacen portando “acreditaciones” o identificaciones provisionales de alguna de las decenas de organizaciones civiles que prometen legalizarlos. Sin duda, la  regularización planteada  sería finalmente     un mecanismo para legalizar la corrupción.

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