- DESDE EL IMESFAC
Por: Luz María Lefort Botello
En este mes tuvimos el desayuno que Imesfac da a sus clientes y presentamos la conferencia “Mentalidad innovadora para un futuro acelerado”, que nos dejó pensando en qué tipo de futuro les tocará vivir a las futuras generaciones.
Sin duda, el futuro nos va a forzar a todos a evolucionar hacia un nuevo modelo de empresa, a aprovechar los retos estratégicos de un mundo que cambia a un ritmo vertiginoso y así ofrecer mejores productos y servicios, crear más riqueza y generar más y mejores empleos; y todo ello a mayor velocidad que en el pasado. Es decir que, aunque las consecuencias de un mundo en constante cambio tienen su aspecto negativo, también ofrecen una ventaja potencial gigantesca.
¿Cómo serán las organizaciones del futuro?
(Según Kotter)
- Compañías “locales” con corporativos pequeños y mano de obra en red.
El conocimiento será global; la ubicación física del equipo no va a ser relevante, y sí lo será un buen control de la operación local para garantizar una adaptabilidad máxima de los productos y servicios al cliente.
La fuerza de trabajo estará distribuida globalmente y, por lo tanto, deberá mantenerse en contacto con las personas adecuadas y la información pertinente: en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier dispositivo. Por lo tanto, existirá tecnología colaborativa que permita que esto suceda.
- Intraemprendedoras funcionarán como una pequeña empresa
Existirán la pasión y la creatividad como la que tienen los empresarios. Los empleados deben ser capaces de poner a prueba ideas; llevar a cabo experimentos, nuevos proyectos, y, en definitiva, innovar constantemente. Como serán una suerte de pequeñas empresas, tomarán decisiones de forma rápida, sin burocracia; serán más ágiles y adaptables. Los empleados dejarán de pasar el tiempo revisando el correo electrónico yendo de reunión en reunión, y se enfocarán al cliente.
- Trabajar en la nube
La adaptación tecnológica tendrá cada día una vida útil más corta; la empresa logrará mayor éxito si se adapta más rápido que sus competidores. En todo caso será mejor externalizar o trabajar en la nube. Las decisiones se tomarán más rápido, y las acciones deberán ser más ágiles. Esto no sólo afectará a una rápida adaptación a las nuevas tecnologías, sino, además, a nuevos productos, servicios y modelos de relación con clientes.
- Estructura más plana (democratización del trabajo)
Desaparecerán las actuales estructuras jerárquicas y su gran número de niveles, sin orientación al cliente, con altos costos que no tienen sentido en la era de la información. El control se puede ejecutar perfectamente con nuevas tecnología y accountability.
Los puestos gerenciales o los cargos intermedios solo tendrán sentido si aportan un valor “claro” en la operación y en los clientes.
- Más mujeres en puestos de alta dirección
Se requerirán habilidades tales como flexibilidad, creatividad, practicidad, trato, no competición y, éstas son más comunes en las mujeres que en los hombres; además se continuará en la búsqueda de equilibrar la paridad hombre-mujer y se creará un entorno adecuado para la conciliación familiar y el teletrabajo.
- Innovación en todas partes
La innovación ya no será responsabilidad de un equipo, un departamento o de unas pocas personas en la parte superior de la organización. Con el fin de conquistar el éxito en un mundo que cambia rápidamente, la innovación deberá tener la capacidad de venir de cualquier parte, incluso de fuera de la empresa.
Recordemos que idea e innovación son dos cosas diferentes. Las ideas ocurren todo el tiempo, pero el proceso de tomar esa idea y que se convierta en algo es la innovación.
- Democratizarán el aprendizaje
Para la organización futura, cualquier empleado será capaz de actuar como un profesor o un estudiante que puede aprender de sus colegas en cualquier momento y en cualquier lugar. Las áreas de recursos humanos o capacitación desaparecerán como las conocemos; existirán únicamente administradores del aprendizaje, y las superestructuras que algunas organizaciones tienen tenderán a desaparecer. Por supuesto, esto se facilita en gran medida mediante el uso de tecnologías de colaboración.
- Cambiarán beneficios por prosperidad
El beneficio en una organización es la principal medida de éxito. La prosperidad se ve, más allá de la cantidad de dinero, se observa en cosas como la salud, el bienestar de los empleados, la participación comunitaria, la sostenibilidad, la felicidad y en lograr un impacto positivo en el mundo. Estos valores y atributos son los que existirán en la futura organización.
Aún nos queda mucho que aprender. Sin embargo, las empresas que antes lleguen -porque están dispuestas a empezar ya- experimentarán un éxito inmediato y a largo plazo para sus accionistas, clientes, empleados y también para ellas mismas. Por el contrario, las empresas que se retrasen van a sufrir mucho, si es que sobreviven.
¿Cómo vemos a nuestro querido sector?