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Las aseguradoras, bien posicionadas para cerrar la brecha de protección contra inundaciones

El Asegurador

Tener acceso a fuentes de datos que ofrezcan información precisa sobre los riesgos; implementar tecnología avanzada para prevenir riesgos y pérdidas; asociarse a comunidades con códigos de construcción mejorados; y educar a los asegurados sobre la relación existente entre mitigación y costo de la protección son algunos de los recursos que hoy les permiten a las aseguradoras posicionarse fuertemente y contribuir a cerrar la brecha de protección ante inundaciones.

Así lo señala Capgemini en el documento titulado Desarrollo de una marea creciente. Cómo pueden cerrar las aseguradoras la brecha de protección contra inundaciones, en el que se resalta que debido a la experiencia y las capacidades (tanto tradicionales como emergentes) en cuanto a protección contra inundaciones las aseguradoras están bien posicionadas para desarrollar productos rentables de transferencia de riesgos y con ello brindar soluciones a las diversas necesidades de los clientes.

La firma agrega que el sector asegurador también puede ayudar a impulsar conversaciones y acciones esenciales en torno a la mitigación y la resiliencia preventivas y respaldar las políticas necesarias para reducir el sufrimiento y las pérdidas asociadas a las inundaciones.

Capgemini hace referencia a cifras dadas a conocer por Swiss Re en las que se resalta que las inundaciones en 2021 le costaron a la economía mundial más de 82 000 millones de dólares, lo que representa casi un tercio de todas las pérdidas económicas por catástrofes naturales. De ese costo total que tuvieron las pérdidas por inundaciones solo se aseguraron alrededor de 20 000 millones de dólares de esa cantidad.

En el texto se agrega que en los últimos 20 años en los mercados emergentes solo 7 por ciento de las pérdidas económicas agregadas por inundaciones fueron cubiertas por seguros, en comparación con el 31 por ciento de cobertura en las economías avanzadas.

También se dice en este estudio que en 2021 la base de datos de eventos de emergencia registró 432 catástrofes naturales, en comparación con el promedio anual de 357 que acaecieron en 2001-2020. De tal forma que el tamaño de las pérdidas, la brecha de protección y la devastación humana subrayan la importancia de abordar el riesgo de inundación. Y, si bien el seguro es una parte fundamental de la mitigación de riesgos, está claro que la transferencia de riesgos por sí sola no es suficiente para abordar los desafíos que se avecinan.

Ante dicho panorama, Capgemini subraya que los datos, el modelado de riesgos y las herramientas analíticas tienen un papel vital que desempeñar para mejorar y optimizar la suscripción, la fijación de precios, la administración de pólizas y el procesamiento de reclamaciones.

Es por todo ello por lo que la firma autora del documento considera fundamental impulsar la creación de una mentalidad de resiliencia. La combinación de historias en tiempo real con un manejo cuidadoso y un análisis detallado de los datos puede exponer las desigualdades y provocar acciones gubernamentales para proteger la vida y la propiedad en vecindarios alejados de la costa.

Las herramientas mejoradas de administración y exploración de datos han aumentado la comodidad de las aseguradoras al cubrir peligros como inundaciones. El sistema de posicionamiento global (GPS) y la tecnología satelital; el internet de las cosas (IoT) y la ubicuidad de los dispositivos móviles para uso personal y comercial, combinados con un poder informático sin precedentes para aprovechar estos ríos de datos, han ayudado a optimizar la suscripción, la fijación de precios y el pago de reclamos.

Si bien las aseguradoras reconocen la importancia del riesgo climático y el papel de los datos para abordarlo, un análisis reciente de Capgemini señala que relativamente pocas de estas compañías están “en camino de lograr la resiliencia climática”. La conciencia y la comprensión de los riesgos meteorológicos y climáticos han aumentado en las últimas décadas.

A pesar de que 40 por ciento de las aseguradoras encuestadas considera el riesgo climático como una “prioridad máxima”, es una realidad que la resiliencia climática requiere una estrategia de datos sofisticada. Sin embargo, solo el 35 por ciento de estas empresas la ha adoptado.

Capgemini afirma que la prevención de riesgos basada en datos y ciencia del comportamiento está en la parte superior de la agenda entre las aseguradoras enfocadas en el futuro, por lo que es crucial implementar IoT, nube, inteligencia artificial y aprendizaje automático para mejorar la gestión de riesgos, desarrollar productos, transformar el procesamiento de reclamaciones y mejorar la experiencia del cliente.

Mientras se toman medidas, queda mucho trabajo por hacer para establecer una mentalidad centrada en la resiliencia y la mitigación preventiva. Es por ello por lo que, ante la creciente frecuencia y gravedad de las inundaciones, será necesario algo más que únicamente los seguros tradicionales. La mitigación preventiva en un mundo más vulnerable ante fenómenos hidrometeorológicos de fuerza extrema requerirá medidas creativas y asociaciones constructivas.

El seguro paramétrico, por ejemplo, ha ido ganando terreno respecto a los riesgos relacionados con la atmósfera y el clima.

Oportunidades emergentes 

Por otra parte, los datos mejorados y las herramientas analíticas hacen que las inundaciones sean no solo un riesgo asegurable, sino también una importante oportunidad comercial. La investigación deja en claro que explotar esta oportunidad requerirá una combinación de enfoques que incluya a gobiernos, líderes empresariales (nacionales y mundiales), instituciones académicas, organizaciones comunitarias, empresas locales y familias.

En todos estos niveles, la conciencia sobre el poder destructivo de la naturaleza, sobre el alcance del riesgo de inundación y sobre la brecha de protección es clave. La gente no tomará medidas ni gastará fondos para abordar problemas que no entiende. Tampoco lo hará si cree que tales catástrofes están demasiado distantes como para que importen en este momento, advierte Capgemini.

Los tomadores de decisiones deben comprender no solo los riesgos sino también el costo de no actuar. Esto subraya la importancia de la educación y la colaboración. Las alianzas público-privadas son esenciales, tanto para lograr un consenso sobre el alcance de los desafíos como para desarrollar soluciones rentables: desde mejores códigos de construcción y prioridades de infraestructura hasta marcos de financiación que aborden las necesidades de las poblaciones más vulnerables.

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