El nuevo contexto digital está obligando a las aseguradoras a cambiar su forma de trabajar; por ese motivo tendrán que construir nuevas capacidades y prácticas de gestión acordes con las utilizadas por los nuevos jugadores de la industria, pero manteniendo la estabilidad organizacional del negocio que actualmente lideran.
Así lo aconseja Everis, empresa de consultoría y outsourcing, en su estudio titulado Hacia la organización digital, en el cual se señala que, para poder competir en el mundo digital al cual están accediendo, las compañías de seguros deberán combinar sus capacidades operativas y las formas en que trabajan.
En el documento, Everis asegura que, para abordar la transformación digital sin perder la estabilidad de la organización tradicional, es vital entender las implicaciones y repercusión de cada nueva práctica en aquellas que ya están instauradas y determinar la forma de articular la convivencia entre ambas.
“Los directivos de las compañías aseguradoras deben fijar una posición estratégica clara, armonizar con ella el actuar de sus stakeholders o accionistas y poner manos a la obra”, afirma Everis en el estudio.
La consultora también indica que las organizaciones digitales se caracterizan por que trabajan de forma abierta frente al ecosistema, gestionan el talento on demand, orientan su dinamismo a la acción, disponen de estructuras y procesos simples y ágiles, potencian la autonomía de los profesionales, integran modelos analíticos en procesos core y utilizan tecnologías y herramientas sociales de trabajo.
“Este tipo de compañías está transformando a todas las industrias, incluido el sector asegurador, donde startups o empresas jóvenes y gigantes tecnológicos están aprovechando sus capacidades digitales para crear nuevos negocios que impactan en el seguro tal como lo conocemos”, se afirma en el documento.
Por último, Everis subraya que, si hay un sector en el que la problemática de transformación interna de las organizaciones en el contexto digital es especialmente relevante y urgente, ése es el sector asegurador.
“Existen varios motivos que nos llevan a pensar que este cambio de ritmo es imprescindible en seguros. El sector se enfrenta a un perfil de cliente cuya conducta ha cambiado; la competencia se está intensificando; el mercado se estrecha cada vez más. La participación de terceras compañías en la cadena de valor añade al proceso de transformación un elemento de dificultad, y el perfil del empleado y el modelo de relación laboral en esta industria no son especialmente favorables a los cambios”, concluye la consultora en su estudio.