Frente a una pandemia, la atención médica centrada en el paciente es inadecuada; por esa razón, es urgente que los países pongan en marcha soluciones y programas para toda la población y no solo para los hospitales; de manera que se frene el vertiginoso avance del COVID-19, ya que la catástrofe que se vive en Lombardía, Italia, podría ocurrir en cualquier otro lugar del planeta, alertaron este lunes médicos que trabajan en el Hospital Juan XXIII de Bérgamo.
Los galenos divulgaron sus reflexiones en un documentado publicado por el New England Journal of Medicine de Estados Unidos, en el que se advierte asimismo que las plataformas sanitarias como la que funcionan en el Hospital Juan XXIII de Bérgamo, centro en el que laboran y que cuenta con instalaciones de última generación y 48 camas de cuidados intensivos, son insuficientes para frenar al COVID-19 y su poderosa capacidad de contagio.
A través del documento divulgado, los médicos comparten la difícil situación que se vive en el interior de su centro asistencial, en el cual 70 por ciento de las camas están reservadas solamente para pacientes contagiados por COVID-19, con una posibilidad razonable de sobrevivir: “Operamos muy por debajo de nuestro estándar de atención normal. Los pacientes mayores no están siendo resucitados y mueren solos sin los cuidados paliativos apropiados; mientras que la familia es notificada por teléfono, a menudo por un médico bien intencionado, pero agotado físicamente, emocionalmente colapsado y sin contacto previo”.
En el el diagnóstico compartido por los profesionales de la salud que laboran en el centro hospitalario ubicado en Lombardía se precisa que a medida de que el COVID-19 continúe avanzado, se corre el riesgo de descuidar las comunidades, además de que los programas de vacunación podrían paralizarse, sin perder de vista que la situación en las cárceles se volvería explosiva; como consecuencia del inexistente distanciamiento social.
Por último, la investigación pronostica que existe una amenaza latente de experimentar un nuevo pico de los contagios del COVID-19 en países como China, en caso de que las medidas instrumentadas se relajen, todo ello con el fin de evitar una considerable contracción económica frente a un brote que es calificado por los médicos italianos que laboran en el Hospital Juan XXIII de Bérgamo como “el ébola de los ricos”.