La tortuga te puede hablar más del camino que la liebre

Charlemos seguros

El asegurador

Estamos en un negocio al que muchos llegan por casualidad y  algunos por necesidad;  y solo de unos cuantos  podríamos decir  que “nacieron” en este sector. Es una realidad   que desde el primer momento escuchamos historias de éxito. Vemos a agentes nuevos que inician y logran excelentes niveles de venta, congresos, bonos y reconocimientos. También vemos a agentes consolidados con un gran nivel de vida, y la mayoría de ellos nos cuenta lo    noble   que es el negocio. Sí, de hecho  usan esta palabra: noble.

Sin embargo, cuando vas empezando como Agente  desde Cero  (como es el nombre de esta columna que tengo el gusto de escribir cada mes), a veces es difícil percibir en tus resultados esa “nobleza” y esas maravillas de las que todo el mundo habla.

Lo cierto es que, como en todos los negocios, el inicio es un gran reto. Y conste  que no estoy usando la palabra   difícil;     estoy afirmando que es un reto, porque nuestro oficio requiere esfuerzo. Pero   es posible. Reitero:  sí es posible que alcances  buenos resultados, que logres reunir  una cartera de clientes que te ayude a obtener  un excelente ingreso, seguramente mucho mejor que en   otros empleos. Solamente toma en cuenta todo lo que se requiere para lograrlo y dedícate a eso.

Durante los primeros meses, o quizá años, muy posiblemente estés dudando de si debes o no seguir en este negocio. Yo muchas veces pensé  en enviar  mi currículo a otro tipo de actividad    y buscar un empleo diferente.   El ingreso fijo y constante es atractivo cuando no has logrado vender lo suficiente. ¿Cómo saber si debes tirar la toalla o debes seguir? Formúlate esta pregunta: ¿te   gusta lo que estás haciendo y crees en los seguros? Si la respuesta es un rotundo y te enamoras del negocio, ya no hay marcha atrás. Los buenos resultados se lograrán necesariamente y llegarán a tu vida   tarde o temprano.

Ahora bien, una vez que eso esté definido, grábate esta frase: las labores de este oficio no son carreritas. Este no   es un negocio para ver quién corre más rápido los 100 metros planos. En realidad, para seguir  con la misma analogía, este negocio es más bien un ultramaratón.     Lo que   quiero decirte  es que el ingrediente que no puede faltar es la constancia. Si te levantas muy temprano todos los días durante 10 años seguidos y todo el día te dedicas a concertar  citas, a prospectar o a asistir a cursos de  capacitación, créeme que indefectiblemente vas a ver los frutos. Es indiscutible.

Evita cometer el error de compararte todo el tiempo con los demás. Aprende todo lo  que hacen aquellos a quienes  consideras exitosos, pero no desistas al no ver un resultado idéntico. Cada uno tiene su historia. Tan solo asegúrate de estar evolucionando siempre, de obtener  mejores resultados. Y aquí te ofrezco unas reglas muy sencillas pero fundamentales para lograrlo:  

1.  Define qué quieres lograr a corto, mediano y largo plazo.

2.      Sé constante y muy perseverante.  

3.      Domina tu mente:  tu energía es indispensable para el éxito.

4.      Rodéate de ganadores.

5.      Aprende siempre.

6.  Ten paciencia.

A veces   queremos “comernos  el mundo”, y esas ansias se exacerban  con la inmediatez a  la que estamos acostumbrados con tantos avances tecnológicos. Sin embargo, hay cosas que requieren tiempo y dedicación. Y créeme que valen  la pena  esos primeros años de frustraciones, cuando   te rechazaban   mil veces, cuando no ganabas  lo que esperabas y cuando tu desesperación era   enorme.

Un productor muy  exitoso   me dijo alguna vez, cuando yo iniciaba:  “La   única diferencia entre tú y yo es tiempo. Tan  solo sigue”.

Nos seguimos leyendo, y que tengas un excelente día.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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