La tecnología favoreció enormemente al sector afianzador en todo lo que se relaciona con la emisión, administración, acompañamiento del cliente y gestión eficaz de la reclamación. En resumen, el cambio hacia lo digital funcionó para tener un mejor control de la operación, para minimizar riesgos y para mejorar el servicio y la percepción del cliente de principio a fin, señaló en entrevista Erick Moreno, socio director de Fianzas en Grupo Interesse.
Durante los últimos dos años, como consecuencia de la crisis sanitaria, agregó el entrevistado, se pararon en seco inversiones de Gobierno y de la iniciativa privada, sectores que tradicionalmente son asiduos consumidores de garantías, lo que desestabilizó el crecimiento del sector.
Esto provocó que, al cierre de 2021, las fianzas apenas alcanzaran un crecimiento de 3.2 por ciento; sin embargo, en el presente año se observó mejoría en el panorama económico y reactivación de la inversión en obra pública, factores que permiten pronosticar que las fianzas alcanzarán un crecimiento de 8 por ciento al concluir 2022, precisó Moreno.
En opinión del entrevistado, las fianzas que desempeñarán un papel fundamental para el logro del vaticinio anterior son las de corte administrativo: las fianzas de anticipo, de cumplimiento y de buena calidad o vicios ocultos, que son las que comúnmente más se adquieren al celebrarse un contrato de obra, tanto en la industria privada como con el sector Gobierno.
No obstante, advirtió el entrevistado, así como la tecnología trajo beneficios patentes para la fianza, este sector requiere evolucionar en el sentido de buscar nuevos caminos para apuntalar su crecimiento, en vez de condicionarlo a los vaivenes de la economía o al volumen de inversión en obra pública gubernamental.
Por citar solo un ejemplo, dijo Moreno, hoy existen actividades empresariales de renta temporal, ocasional o anual que tienen una gran expansión y que necesitan consumir garantías para su operación. Al respecto, en el sector afianzador se busca cómo hacer alianzas para diseñar trajes a la medida con los proveedores de este tipo de seguros, que hoy tienen mucha demanda en México.
De igual forma, explicó el entrevistado, “en la iniciativa privada hay muchas empresas de construcción que participan en obras igualmente importantes; por medio de ellas se desprende una serie de subcontrataciones a las que se les pueden ofrecer programas de proveedores que garanticen la operación de toda la cadena de participantes en un proyecto”.
Moreno insistió en buscar mercados distintos para seguir creciendo: “La reforma eléctrica generará mucha inversión, pero eso no debe provocar que el sector afianzador se confíe en que sus resultados estarán siempre ligados a la inversión de megaproyectos, sino que hay que evolucionar hacia nuevos giros que están teniendo gran demanda”.
“Cuando implementamos la fianza electrónica, los clientes no la recibieron muy bien porque estaban muy acostumbrados al papel y a lo presencial; en la actualidad, esa etapa ha quedado superada, y el usuario reconoce y aprecia cada vez más el valor de la tecnología en el proceso de afianzamiento. En Grupo Interesse tenemos un sistema que facilita la administración de la fianza y en el cual se puede tener el control de cada uno de los pasos que implica cada contrato”, explicó el entrevistado.
Finalmente, Moreno indicó que conocer al cliente, acompañarlo en cada una de las etapas que comprende el contrato y facilitarle el proceso con tecnología de punta redundará en clientes satisfechos y una renovación de la cartera de 99 por ciento, como la que actualmente tiene el Grupo Interesse.