Si en el futuro las compañías de seguros quieren permanecer en el mercado de los millennials con planes de retiro, deberán empezar por romper paradigmas, medir y calcular el riesgo y ser menos tradicionales en el proceso de suscripción, expresó el doctor Omar Anguiano durante la exposición “Comunidades LGBT y drogas”, en la sesión mensual de la Asociación de Seleccionadores de Riesgos en el Seguro de Personas, A. C. (Aserp).
Anguiano, director comercial de CR México y director de Consultoría de UW&Risk, indicó que se debe buscar que la suscripción sea más cercana a la realidad del mundo actual. “No podemos cerrar los ojos y decir que los miembros de la comunidad LGBT o los heterosexuales que consumen drogas no pueden ser candidatos a un seguro”.
Debido a esta situación, Omar Anguiano considera que ante un nicho social de mercado que siempre ha estado rodeado de tabúes y discriminación a la industria de los seguros le quedan muchos desafíos por delante.
El ejecutivo de CR México considera que las compañías de seguros, y en particular los seleccionadores de riesgos en la parte individual, deben cambiar su criterio de suscripción hacia estas comunidades y enfocar el seguro de Vida hacia el de retiro. La razón: porque hoy los jóvenes se abren a otro panorama, otro tipo de sexualidad que ya es más común. Por lo tanto, se trata de aceptar el riesgo y hacer una evaluación real de ellos, sabiendo que el riesgo de mortalidad es el mismo pero con otras características.
El responsable del área de Consultoría en UW&Risk externó que su postura consiste en que se debe estar abiertos a explorar nuevos nichos, con una actitud menos ortodoxa, y que las aseguradoras midan el riesgo a futuro; que no cierren sus puertas basados en estigmas ni se vea a ciertos sectores sociales con malos ojos.
Respecto a los riesgos que mayor siniestralidad tienen entre tales grupos y de qué manera se pretende mitigarlos, Anguiano explicó que no hay una medición real de riesgos; sobre todo porque antes éstos se asociaban a prácticas homosexuales y uso de drogas intravenosas.
El ponente explicó que “no tenemos medición o evidencia de que una incidencia alta de mortalidad en edades tempranas sea consecuencia del uso de drogas o prácticas homosexuales; no hay estadísticas ni en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)”.
Omar Anguiano añadió que, si las compañías de seguros no analizan la morbilidad o la mortalidad en Vida, será muy difícil cambiar el paradigma; es decir, “no acepto asegurarte porque estás asociado al uso de drogas; pero esto es algo que nadie mide”.
El colaborador de UW&Risk detalló que las compañías tradicionales generalizan y en el proceso de suscripción a estas comunidades deciden extraprimarlas o rechazarlas, cuando no saben realmente cuál es el riesgo porque nadie ha medido la mortalidad. “Ni autoridades ni aseguradoras han evidenciado la mortalidad y el riesgo contra la homosexualidad ejercida por cada persona”, recalcó.
Para finalizar, Omar Anguiano también se refirió al hecho de que, si las personas transgénero, que deciden cambiar de identidad, adoptan legalmente un hijo, en algún momento buscarán asegurarlo y adquirir un seguro educativo, lo cual les resultará complicado. “Primero, porque no está claro qué hacer; y, segundo, porque para tener existencia dentro del cuerpo social se basan en una identificación oficial, lo cual no necesariamente representa una realidad; y, claro, al final habrá problemas de suscripción”.
En otro punto de su discurso, el expositor se refirió a que en nuestro país no se cuenta con herramientas tecnológicas que faciliten la suscripción de este tipo de riesgos. En Europa, por el contrario, ya se usa la tecnología, e incluso viene tipificado en el cuestionario si una persona es homosexual o consume drogas.
“En México, solamente cuando se solicita una suma asegurada alta o se realiza una entrevista personal con el cliente podemos enterarnos de si la persona está casada o no. Es decir, nuestro método para recabar información aún es muy empírico; y, a pesar de los avances en el mundo, hay ocasiones en que, cuando un asesor de seguros se entrevista con un prospecto, éste prefiere omitir la información acerca de sus preferencias sexuales y hábitos respecto al uso de sustancias. En otras palabras, el tema desafortunadamente sigue siendo un tabú”, finalizó Anguiano.