Durante el periodo de confinamiento ocasionado por la COVID-19, la afluencia de candidatos a convertirse en agentes de seguros se triplicó, lo que representa un desafío sin precedentes para los promotores, pues de ese vasto universo deberán reclutar a aquellos que en verdad puedan tener éxito en la carrera, porque se trata de que cosechen éxitos tanto ellos como la industria aseguradora, señaló en entrevista Socorro Cerrillo Limón, presidente de la Asociación de Promotores de Agentes, A. C. (Aspro-GAMA México).
Quien en este año asumió la presidencia de la asociación precisó que el desafío radica no solo en la sobreoferta de aspirantes, sino también en la nueva circunstancia del mercado, que obliga a los directores de agencia a adoptar un cambio de mentalidad, de modo que tiendan a la renovación, a la compra de equipos, a la adaptación y adopción de herramientas y plataformas digitales.
Durante la pandemia, dijo Cerrillo Limón, “promotores y candidatos fuimos entendiendo de una manera muy rápida que el proceso de reclutamiento debería ser de manera digital. Así, dentro de este episodio de virtualidad en el reclutamiento, se crearon experiencias de contratación mediante la tecnología que les dieron a los candidatos una idea mucho más vanguardista del tipo de sector para el que estaban poniendo a prueba sus capacidades”.
Consciente de que la labor de reclutar a las personas correctas y después formarlas para que tengan éxito en la industria es la prioridad en la actividad de los promotores, Cerrillo Limón destacó que será objetivo de su administración atraer a más socios y convertir a Aspro-GAMA México en una escuela para sus agremiados.
Cerrillo Limón agregó que para lograr lo anterior ya cuentan con la ratificación del American Collage en México para constituir una escuela de desarrollo para promotores de nuevo ingreso, la cual servirá para debatir y reflexionar acerca de las modificaciones y adaptaciones que convendría implementar en las promotorías que tengan mucha antigüedad en la industria; todo ello enfocado a fortalecer la labor y relevancia de los formadores de intermediarios.
“En Aspro-GAMA México nos rige el principio de que quien ingresa a sus filas no es un competidor, sino un integrante más de un gremio siempre dispuesto a compartir las mejores prácticas en formación de agentes que faciliten crecer ante cualquier circunstancia, incluida una pandemia”, indicó Cerrillo Limón.
La dirigente indicó también que la asociación ya está promoviendo entre las aseguradoras el modelo de desarrollo con que se tiene previsto enseñar en la escuela de promotores. Se trata de hacerles ver a las compañías cómo por medio de la certificación las promotorías tendrán la oportunidad de crecer, sobre todo en la parte empresarial, tras hacer una reingeniería en sus esquemas de negocio.
Cerrillo Limón destacó que la experiencia del teletrabajo, solución forzada por esta pandemia, no tomó por sorpresa a la industria aseguradora debido a que hace aproximadamente tres años ya se habían puesto en práctica algunos aspectos de la interacción remota, como la emisión, por lo que no fue tan difícil adaptarse a la modalidad; aunque lo complejo estuvo en proveerles a los colaboradores equipos para que trabajaran en casa, relató.
“Posiblemente, para los promotores nuevos el panorama resultó diferente en virtud de que tomaron la decisión de postergar el inicio del negocio hasta que concluyera la pandemia, lo cual es natural porque no solo es iniciar y mantener la operación (en este caso en condiciones de extrema complejidad), sino además atraer talento y retenerlo”, redondeó Cerrillo Limón.
Un último desafío, y no por ello menos importante, aclaró la representante de Aspro-GAMA México, es atender lo concerniente a lo que establece la Norma 035, que entró en vigor el año pasado y que se relaciona con la obligación de procurar salud mental y un ambiente laboral favorable a los colaboradores, normativa que, debido a la pandemia, obligó a hacer inversiones y adecuaciones adicionales para cumplir cabalmente.
“Ahora vivimos ya en una época diferente en la que la pandemia, el estrés laboral y las condiciones de operación de los colaboradores se han convertido en riesgos de trabajo para las empresas. Y esto se debe analizar para consolidar estrategias de desarrollo de agentes que vayan en sintonía con lo que se requiere en la nueva normalidad, incluyendo por supuesto los retos específicos de la labor del promotor”, concluyó Cerrillo Limón.