Tomar conciencia de los recursos que tenemos los seres humanos (más allá de los que aporta la tecnología) constituye un paso fundamental para emprender el camino hacia el éxito profesional y económico y para influir en la vida de los demás. La voz, ese instrumento natural que todos poseemos, constituye una herramienta poderosa que nos permite dejar huella siempre y cuando asumamos que es una especie de marca personal capaz de transformar historias de vida.
Kharely Canigiani, coach en creación de marca y en el arte de hablar en público, se ha consagrado a lo largo de 14 años a orientar a las personas respecto a la importancia que tiene la voz para el desarrollo personal. Esta capacidad, como prácticamente todos los sentidos existentes en el ser humano, no ha recibido el valor que merece porque es parte de nuestras facultades innatas. Realmente muy pocos cobran conciencia del alcance que la voz puede llegar a tener si se utiliza adecuadamente.
Al participar en el Foro Virtual para Agentes de Seguros y Fianzas, organizado por El Asegurador, la especialista en el manejo de la voz les pidió a los asistentes que recordaran aquellas sensaciones y acciones que les ha provocado escuchar algún anuncio o servicio, ya sea por medio de la televisión, la radio o dentro de algún centro comercial. Por lo regular, agregó, no percibimos que las marcas que anuncian sus productos están asentando mediante el recurso de la voz su marca personal en nuestro subconsciente.
En ese sentido, Canigiani invitó a los presentes a incluir el cuidado de la voz dentro de la gama de recursos que los agentes de seguros emplean en una presentación, y esa atención a la voz incluye no solo la estructura del mensaje, sino también la manera en que éste se transmite, con qué tono, con qué entusiasmo, con qué convicción. Un mensaje puede estar muy bien elaborado; pero, si se verbaliza con el tono inadecuado, su efecto puede llegar a anularse.
Todos en algún momento hemos estampado nuestra huella digital, que nos identifica como únicos e irrepetibles. Pues bien, agregó Canigiani, el énfasis que les ponemos a nuestras palabras también provoca que nos etiqueten como únicos e irrepetibles y es un modo muy sutil pero indeleble de dejar huella en la vida y el pensamiento de los otros.
No se necesita ser una figura pública de gran renombre o un locutor profesional para darle a la voz la importancia que amerita. Y en esta revaloración se debe incluir la tonalidad y la contundencia con la que emitimos los contenidos. Todos los días nos enfrentamos a la necesidad de vender o transmitir algún mensaje, y cuanto más atentos estemos a la forma en que proferimos ese contenido, mayor repercusión y éxito tendremos entre quienes nos escucharon.
Enamorar, dejar huella y hacer que la gente recuerde lo que le dijiste son tres actos de vinculación entre las personas en los que la voz puede ayudar para que cada presentación de venta sea exitosa. Tenemos una voz, pero debemos aprender a utilizarla a nuestro favor, subrayó Kharely Canigiani.
La también locutora profesional indicó que la voz es un recurso óptimo para dejar nuestra marca personal en los demás, por lo que invitó al auditorio a cuidar esta valiosa facultad practicando diariamente nuestra dicción y verbalización para que se conviertan en hábito. Mediante la práctica constante tendremos un tono de voz adecuado para hacer más contundentes los mensajes que emitamos.
Finalmente, Canigiani dijo que la voz es la capacidad natural más valiosa porque nos eleva por encima de las otras especies. Por eso debemos utilizarla con mayor conciencia y perfección para que complemente los recursos que nos harán triunfar en una profesión tan desafiante como la de vender.