Los nuevos comportamientos de la sociedad, la aparición de nuevos riesgos y el adverso entorno económico orillan a las aseguradoras a implementar cambios profundos en la distribución. Por esa razón, la creación de una experiencia de consumo omnicanal, constante e integral es el estándar de oro que permitirá al seguro responder con eficacia al reacomodo socioeconómico que hoy se gesta en el mundo.
Ésa es la recomendación de McKinsey & Company y que forma parte del estudio titulado Creando valor, encontrando enfoque: Informe Global de Seguros 2022, en el que también detalla que si bien la industria aseguradora ha mejorado su nivel de resiliencia financiera en los últimos dos años, algunos riesgos actualmente no están siendo mitigados adecuadamente. Por ese motivo, indica que la innovación y la creación de un abanico de novedosas coberturas es un compromiso ineludible para el sector.
Un mundo que cambia rápidamente provoca un cúmulo considerable de amenazas en constante evolución, indica la consultora. En tal sentido, refiere que en ramos como Vida y Daños, el análisis de datos, la ciberseguridad y el aprendizaje automático cobran relevancia. De modo que, especifica, el nuevo panorama de riesgos exige a las aseguradoras crear novedosos productos y reasignar sus prioridades, esquema que beneficiará a las instituciones que estén dispuestas a innovar.
Al filo de la transformación
En otro pasaje del diagnóstico, McKinsey & Company apunta que el impulso continuo hacia la digitalización es un factor que ha posicionado a la industria aseguradora al filo de un cambio de paradigma. Por ello, precisa, el desmoronamiento de las fronteras tradicionales de la operación del sector se desmoronan, de tal suerte que la implementación de ecosistemas de productos y servicios influirán en el futuro de las instituciones, rumbo en el que las insurtech jugarán un papel crucial en lo que se refiere a la recomposición de la cadena de valor del seguro.
Y es que según la firma, muchos ejecutivos de la alta dirección de las aseguradoras están buscando diversas formas de entablar alianzas con competidores emergentes y digitales en áreas como movilidad, atención médica y hogares conectados. Por ese motivo, señala, las instituciones están invirtiendo considerables recursos en el sector insurtech, segmento compuesto por compañías que poseen un capital humano irreverente y capacitado para crear y escalar nuevos modelos de negocio.
Por último, la investigación alerta que en medio de las exigentes condiciones económicas que hoy inyectan presión a las aseguradoras, es vital que las instituciones analicen sus estructuras de costos mediante un enfoque transformador y diferente.
“Las aseguradoras cuentan con el expertise para mejorar su productividad; sin embargo, es crítico que evalúen el rendimiento de cada uno de los eslabones de su cadena de valor, incluidas las ventas, la distribución, el desarrollo de productos, la gestión de siniestros y las funciones corporativas”, concluye McKinsey & Company.