Aumentar la cobertura y mejorar los sistemas de protección social puede fomentar la inclusión, la productividad y el desarrollo económico; no obstante, la expansión de la protección social solo puede lograrse de forma progresiva, garantizando de ese modo la sostenibilidad.
Eslo anterior parte del mensaje que expresa la Organización Internacional de Empleadores (OIE) en su más reciente investigación, titulada “Sistemas de protección social sostenibles: desafíos nuevos y existentes”.
De acuerdo con la OIE, si no se reconocen las limitaciones y las oportunidades, los países corren el riesgo de influir negativamente en los mercados de trabajo, el empleo, la formalización y el desarrollo económico.
“La protección social es un componente integral de la economía y el mercado laboral. Como tal, los gobiernos deben evaluar la eficacia del sistema de ingresos y los mecanismos de gasto para fomentar la inclusión y el crecimiento”, explica la institución.
Asimismo, señala que la protección social es fundamental para la transformación productiva de la economía, en especial, los cambios estructurales hacia actividades de mayor productividad. Agrega que funciona para la inclusión de las personas en situaciones vulnerables, incluidas las mujeres, los migrantes, las personas con discapacidad, los jóvenes y los mayores.
“Mejorar la oferta y la distribución del trabajo, así como reforzar y estabilizar la demanda agregada, también depende de un sistema de protección social firme. Al diseñar este apoyo a las políticas, los países necesitan evitar las trampas de la pobreza y las políticas que incentivan la informalidad”, resalta la OIE.
En el estudio también menciona que las realidades económicas y sociales varían enormemente entre países y, por ello, no existe una única solución que se adapte a todos.
“Al diseñar una reforma, es importante considerar la situación macroeconómica, la fortaleza del mercado laboral y el grado de espacio fiscal de los gobiernos. La transición de la informalidad a la economía formal es una de las vías más deseables para aumentar el espacio fiscal y permitir que se siga avanzando hacia la consecución de la cobertura universal”, concluye la OIE.
Cuadro 1: Elementos clave para crear sistemas de protección social con garantía de futuro
· Transiciones eficaces: Facilitar unas transiciones eficaces entre empleos, ya que potenciarían unas economías competitivas y un entorno empresarial adecuado para fomentar empresas de éxito, promover el desarrollo de competencias y la productividad.
· Sostenibilidad: La enorme presión que soporta la sostenibilidad financiera de los sistemas de protección en muchos países exige reformas urgentes. Deberían analizar todas las opciones sin prejuicios, incluidos los planes privados, y adoptar una correcta combinación de políticas. Los países no solo deben analizar las emergencias, sino también el modo en que podemos crear un futuro sostenible.
· Informalidad: Debemos examinar más a fondo las causas subyacentes y profundizar en formas innovadoras con las que abordar la informalidad, que serán cruciales para la ampliación de la cobertura contributiva. El desarrollo de sistemas nacionales de protección social debe ir de la mano de unas políticas que aborden el significativo número de trabajadores del sector informal, que no reciben cobertura ni contribuyen a dichos sistemas.
· Espacio fiscal: Debemos ser conscientes de la falta de recursos domésticos y de espacio fiscal a nivel nacional. Las brechas de financiación de la protección social siguen siendo una cuestión que debe abordarse, en especial en los países de ingreso bajo.
· Creación de capacidades: Es necesario reforzar la creación de capacidades a nivel nacional. En los países más frágiles, la voluntad política y la financiación no bastan para establecer o desarrollar estructuras de protección social.