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Interés asegurable

acontrerasberumen@hotmail.com
Los números cuentan
Por: Antonio Contreras

Por: Antonio Contreras

acontrerasberumen@hotmail.com

Para adquirir un seguro, primero es necesario tener algo que asegurar. Afortunadamente, el interés asegurable es como el ombligo: todos tenemos uno.

Habitualmente pensamos en seguros, y nos viene a la cabeza un auto. Este seguro, el de Auto, es el más común y el más difundido. En una hipotética encuesta, la mayoría de los habitantes de una ciudad tendrían algo que decir al respecto, sea una anécdota, choqué, el otro se dio a la fuga y le llamé al seguro, una referencia de compra, están carísimos los seguros pero encontré en internet una opción barata, o una experiencia dolorosa: “No me quiso pagar el seguro porque no había pagado la póliza”.

Relacionamos el seguro con un bien, pero un bebé recién nacido ya tiene algo que asegurar: Gastos Médicos. Los padres deben declarar su llegada al mundo 30 días máximo después de producido el nacimiento, y así el nuevo integrante de la familia (y de la póliza) estará protegido incluso por padecimientos congénitos. Los padres pueden también asegurar los daños que el nene podría causar, aun a su tierna edad, en la visita a casa de unos amigos, ya tiró Sebastián la figurita del siglo 18 de tu amiga Estela o qué crees, extendió su manita, me descuidé sólo un instante y tiró el reloj más caro de la tienda.

La relación entre una persona y su vida, su salud, una responsabilidad potencial o un bien de su propiedad o bajo su custodia se denomina interés asegurable. La persona tiene un interés por su conservación, y por lo tanto se vería afectada por la realización de un riesgo. El muerto al pozo y el vivo al gozo; pero, si el fallecido era el sostén de la familia, mejor que Sancho persiga a su esposa y no su esposa a Sancho. El interés está en mantener el nivel de vida de los deudos, comida, casa, auto y hasta el iPhone de Marianita, artículo de primera necesidad como el que más. Una enfermedad puede arruinar a una familia, en casa del herrero azadón de palo, he sabido de casos de personas del sector asegurador que han perdido casa, coches y el resto del patrimonio por no tener un seguro de Gastos Médicos.

El seguro de Casa-Habitación duerme el sueño de los justos en un rincón del olvido. Muy pocos son quienes compran una póliza contra Incendio, Terremoto, Huracán. No vendemos en Cancún, joven, disculpe, pero su casa puede incendiarse, Cristales, Responsabilidad Civil y Robo. La paradoja está en que la bancaseguros alcanza los primeros lugares porque no vende pan sin leche. ¿Quiere usted un crédito hipotecario? Claro que sí, aquí está el CAT más bajo del mercado, sólo necesita el 10 por ciento de enganche y nos veremos las caras en los siguientes 15 años, terminará pagando el doble pero en cómodas, o un poco incómodas, no exageremos, mensualidades. ¿Hay algún otro requisito? A ver, déjeme pensar, el banquero abre el archivo, encuentra la hoja correspondiente y recita: comisión por apertura, gastos de escrituración ni modo que el notario trabaje de oquis y seguros de Vida y de Daños.   El seguro de Vida, además de proteger a su familia (en el banco pensamos siempre en su bienestar), serviría eventualmente para pagar su adeudo pendiente con nosotros, seríamos beneficiarios preferentes, pero a medida que usted vaya pagando capital, el resto de la suma asegurada quedaría disponible para su familia en caso de ocurrir el evento. ¿Y el de Daños?  La clienta se preocupa, su esposo y ella calcularon cuánto podían pagar, después vieron la casa, se entusiasmaron, está un poco por encima de sus posibilidades, qué es un 30 por ciento, esperemos que el reparto de utilidades del año que entra venga bueno y se aventaron. Ahora ella discretamente saca el celular de la bolsa y abre la calculadora para afinar el lápiz.

El seguro de Daños es únicamente por el saldo insoluto. La clienta deja el celular sobre el escritorio del banquero, pone la cara de what de rigor, no es sorpresa para el funcionario y espera la explicación.

Según me comenta, ustedes darían el 20 por ciento del valor de la casa como enganche. Los papás de su esposo ya están en la jugada y les prometieron un dinerito para contribuir a su sueño. Así es, sería un millón. Correcto, confirma el banquero. Aseguraríamos la casa por cuatro millones, el monto que el banco accedió a prestarles, y cada mes, conforme su mensualidad haga aportaciones al capital al principio casi nada pero gradualmente un poco más cada mes ya sabe cómo es esto de las tablas de amortización, el monto asegurado, suma asegurada le llama la aseguradora, bajaría en el mismo monto en el que el saldo de su deuda lo haga.

La casa va a ir subiendo de valor por la inflación, ¿no? La señora trabaja en una empresa alemana de logística y es un hacha para los números.

Así es. El banquero se revuelve en su cómodo sillón ejecutivo.

Entonces, ¿por qué la suma asegurada baja en lugar de subir? No tiene sentido.

Le voy a explicar. El banquero se revuelve aún con más ganas. Le explicaron en el curso impartido por la aseguradora del grupo, pero él no está seguro de haber entendido. El teléfono descompuesto se va a poner bueno.

La casa tiene un valor comercial de cinco millones, pero la póliza sólo puede cubrir el saldo de la deuda que ustedes tengan con nosotros en un momento dado del tiempo.

Entonces, ¿si la deuda baja a dos millones y el valor de la casa ya subió a siete millones, la aseguradora sólo pagaría los dos millones al banco pero nada del resto del valor de la casa?

Así es. Ambos brazos sobre el escritorio y su mejor mirada de banquero.

No estoy de acuerdo. Que sea por favor como el seguro de Vida. La casa asegurada por su valor comercial. Así tengo mi póliza de Auto,  mire. La señora saca su póliza qué no habrá en esos hoyos negros disfrazados de bolsas de marca. El papel dice claramente “Valor comercial”   junto a la descripción de la cobertura de Daños Materiales.

Temo que no será posible, señora. Políticas de la aseguradora, usted sabe. El sistema no lo permite.

La señora tuerce la cabeza a 45  grados.

Lo comento con mi marido y regreso. Gracias por todo y buen día.

Los números cuentan una historia triste: el  valor de reposición de una casa no corresponde al valor comercial de ésta. No están incluidos el terreno ni los cimientos ni el aire, carísimo en Nuevo Polanco, encerrado en un condominio con la mejor ubicación. Siguiendo el principio de indemnización, la aseguradora únicamente cubrirá el valor de reconstrucción de la vivienda destruida.

Entonces podrá preguntar alguien: ¿por qué asegura el saldo insoluto, interés asegurable del banco, si ese monto está por encima del valor de reconstrucción del inmueble? Políticas de la aseguradora, usted sabe. El sistema lo permite.

¿Por qué no asegurar el valor comercial del inmueble? y, si un evento lo destruye, ¿la aseguradora obtiene como salvamento el terreno y los cimientos? Puede reconstruir a 15,000 pesos el metro y revender a 80,000.

Quedamos en espera de una explicación.El correo electrónico de Antonio Contreras es acontrerasberumen@hotmail.com

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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