En conferencia de prensa virtual, Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) fue enfática: “Estamos luchando contra un enemigo invisible. No tenemos una imagen clara de cómo la COVID-19 afecta a nuestras sociedades. Necesitamos un panorama más claro y es importante acelerar y ampliar las pruebas. Eso nos ayudará a monitorear mejor a cada país”.
Etienne reiteró que por el momento existe una única manera de acceder a la mayor cantidad de información posible respecto a la propagación de la COVID-19 y es a través de los testeos. Detalló que cuantos más se realicen, mejor será el diagnóstico para abordar problemáticas puntuales.
“No es sorprendente que países como Corea del Sur o Alemania, que tuvieron un éxito notable al limitar el impacto del virus, hayan seguido este camino. Insto a los países de nuestra región a seguir su ejemplo y ampliar sus capacidades de pruebas existentes. Cuando dicha estrategia se combina con otras medidas básicas de salud pública, los diagnósticos pueden ser una herramienta poderosa para manejar la pandemia y salvar vidas”, refirió la titular de la OPS y directora regional de la Organización Mundial de la Salud para las Américas.
En su alocución con medios de comunicación internacionales, Carissa Etienne destacó tres puntos centrales para combatir a la pandemia en la región:
1) Ampliar la capacidad de laboratorio. Se alienta a los países a incrementar los testeos utilizando toda la capacidad de laboratorio público y privado disponible a nivel nacional.
2) Priorizar los casos según disponibilidad. Cuando existen limitaciones en el sistema de salud, se debe dar atención a los pacientes con síntomas.
3) Garantizar el acceso. Las pruebas deben ser gratuitas para los pacientes. Los altos precios crean una barrera entre un contagioado y el tratamiento que necesita desesperadamente.
Por otro lado, la titular de la OPS informó que la organización que preside distribuyó más de 500,000 pruebas de diagnóstico de COVID-19 entre 34 países de la región. Asimismo, reveló que esta semana despachará un millón y medio más, y la semana próxima sumarán otros tres millones de pruebas.
A lo largo de la conferencia de prensa, la directiva de la OPS fue muy cuidadosa y evitó opinar sobre situaciones puntuales de cada país, en lo que se refiere a las medidas para mitigar a la COVID-19. En este sentido, reiteró que se debe hacer un análisis interno, ya que cada Gobierno es consciente de la realidad que vive.
“La dinámica de transmisión en la región no es similar. Hay diferentes niveles de transmisión comunitaria”, aclaró el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa. Debemos ser muy cuidadosos en los países que están levantando las medidas de aislamiento social. Hay que monitorear bien para evitar nuevos brotes y verificar que las camas de cuidados intensivos estén disponibles”, amplió.
Hasta el 20 de abril, se han registrado en América Latina 893,119 casos confirmados de COVID-19 y un total de 42,686 personas han perdido la vida, como consecuencia de la enfermedad.