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- Luciano Devars Dubernard, presidente del Colegio Nacional de Actuarios (Conac)
¿Qué situación guardan hoy las Asociaciones en México?
Las asociaciones siguen siendo relevantes, ya que son la voz de cada uno de los integrantes de la cadena de valor de los seguros y las fianzas; sin la existencia de esa voz, no se alcanzarían los objetivos que atañen a todos los gremios que integran el sector.
En el caso específico de la asociación que yo presido y de las otras que agrupan a los actuarios, éstas constituyen el vínculo entre los profesionales de la especialidad y los campos en los que se desempeñan, todo ello con el fin de ampliar su conocimiento y preparación para hacer frente a las nuevas exigencias del mercado.
Estamos viviendo momentos realmente trascendentales para las industrias aseguradora y afianzadora. La evolución tecnológica, los nuevos requerimientos de cumplimiento y el marco de solvencia han cambiado la forma en que trabajamos, y todo eso nos coloca ante retos y oportunidades.
De cara a la coyuntura descrita, los actuarios deben desempeñar un papel determinante, por lo cual las asociaciones profesionales están obligadas a facilitar a sus agremiados la mayor actualización, para que tengan una mejor comprensión de los cambios que se registran.
¿Por qué sigue siendo tan relevante la comprensión de la función gremial dentro de la industria aseguradora y afianzadora del país?
Las aseguradoras y afianzadoras soportan su funcionamiento en las bases técnicas de los productos que comercializan, y éstas son puramente actuariales; por otro lado, el desarrollo de la administración y consumo de capital bajo los términos de Solvencia II demanda conocimientos propios de la actuaría.
Con independencia del ámbito en que cada actuario trabaja, todos ellos requieren un espacio en el que se exprese y desarrolle su vocación, que deben poder realizar libremente, sin que necesariamente ello se traduzca en someterse sólo al interés particular de la empresa para la cual laboran. De ese modo, el actuario mantiene una autonomía profesional que se apega a los más altos estándares de educación continua, ética y profesional.
¿Cuáles son los principales retos y desafíos que enfrenta su profesión en la actualidad?
Mantenerse actualizado es para el actuario una obligación si quiere seguir siendo útil en la industria. El continuo desarrollo, la adopción de nuevas técnicas y herramientas significan retos que deben enfrentarse con la preparación y la responsabilidad correspondientes.
La evolución reciente en temas relacionados con los modelos predictivos abre un abanico de posibilidades para los actuarios en campos diferentes de los tradicionales, que van más allá de los seguros y las fianzas; y por ello es indispensable formar expertos que ayuden a entender mejor las expectativas de las empresas respecto de cualquier ramo con base en información extraída de experiencias propias.
En resumidas cuentas, los actuarios debemos convertirnos en profesionales relevantes para otras industrias ajenas al seguro y a la fianza. Por ejemplo, la ciencia de datos es un área en la cual se podría incursionar, aunque tal aspiración debe venir acompañada de una reingeniería de la profesión, por lo que el actuario deberá aumentar su capacidad para comunicarse con personas de otras profesiones y con léxicos especializados diferentes. El actuario es un profesional que, en suma, está obligado a mantenerse atento a los cambios, ubicarse en el centro de ellos y liderarlos.
¿Cuáles son los principales retos y desafíos que enfrenta la asociación que preside?
El Conac representa el mayor espacio de convergencia de los actuarios ya consolidados, de aquellos que están en desarrollo y de los que comienzan su proceso de formación. Modernizarse y adaptarse para satisfacer las necesidades de los actuarios noveles sin perder atractivo para los actuarios consolidados es uno de los retos más importante que afronta el Colegio Nacional de Actuarios.
Además, el Conac necesita hacer crecer su membresía activa, incrementar el número de actuarios certificados y mantener el reconocimiento social y gubernamental de la calidad profesional de estos especialistas. El objetivo es seguir siendo líderes y parte de la vanguardia internacional.
Pese a lo anterior, es necesario reconocer que existe una gran falta de interés entre las nuevas generaciones y entre muchos actuarios por afiliarse al Colegio.
En los últimos años, en el seno de las asociaciones se ha perdido capacidad de convocatoria y de acción. ¿A qué cree usted que obedezca esto?
Considero que los estatutos vigentes de las asociaciones ya no responden a las necesidades del mercado, que ha cambiado mucho, lo cual vuelve perentorio trabajar en su modernización, y no solamente en la forma de operar. Deben, de algún modo, refundarse y adaptarse a la coyuntura del nuevo siglo.
Es asimismo un hecho lamentable que como asociaciones no hemos aprovechado plenamente las tecnologías que ayudan a trabajar a distancia.
¿Considera que su asociación ha contribuido al fortalecimiento de profesiones y segmentos?
Desde sus inicios, el Conac ha ayudado al crecimiento del gremio y de las empresas a las que los actuarios sirven y apoyan. En la actualidad, los actuarios gozan de un gran reconocimiento social.
Además, es evidente que el Conac ha logrado elevar la imagen que tienen los actuarios ante autoridades, organizaciones gremiales, asociaciones internacionales de la especialidad, así como ante las industrias aseguradora y afianzadora del país.
¿Qué papel juega la tecnología dentro de las asociaciones?
La tecnología resulta esencial para servir a los miembros de un organismo intermedio. El rápido ritmo con el cual se mueven las comunicaciones, las nuevas tecnologías y las redes sociales exigen una velocidad mayor de reacción para subsistir y seguir siendo útiles.
El reto fundamental en materia tecnológica radica en aprender a explotar todas las herramientas tecnológicas, para así lograr una mejor colaboración entre los asociados; sin embargo, las asociaciones no vamos al ritmo adecuado. Tenemos que hacer un uso apropiado de las innovaciones en este campo para interactuar de una manera productiva.
¿Cómo afronta la transformación digital el gremio que usted representa?
Nos hemos ido preparando a través de cursos y seminarios, que nos han permitido entender el impacto de las disrupciones tecnológicas. Big data, analytics, robótica e inteligencia artificial son temas que el actuario debe dominar ahora; por ese motivo, es imperativo que este profesional se capacite continuamente para enfrentar con éxito los nuevos retos que exige un mercado en constante evolución.
¿Qué está haciendo su asociación para integrar a nuevos asociados que representen a las generaciones más modernas (millennials y centennials)?
En el Conac estamos impulsando una agenda para acercarnos a las universidades. Además, hemos empezado a tender puentes con las empresas que contratan los servicios de estos profesionales. Es una iniciativa que nos ha permitido ampliar nuestra visión a otros ámbitos, otros sectores no tradicionales; no sólo el seguro y la fianza. Por lo tanto, puedo decir que esta iniciativa ha sido una experiencia enriquecedora.
De igual modo, en el Conac estamos estableciendo nuevos vínculos con las empresas, ofreciéndoles el diseño de modelos predictivos que les permitan ser más asertivas en la toma de decisiones bajo situaciones de riesgo. Este tipo de acciones le han imprimido un nuevo enfoque a la utilidad que tienen las funciones actuariales.