El confinamiento ocasionado por la COVID-19 obligó a que gobiernos, empresas y personas se adaptaran rápidamente para realizar a distancia sus actividades cotidianas con ayuda de Internet, lo cual incrementó el número de usuarios en México y el mundo, además de favorecer la disminución de la brecha digital. No obstante, también crecieron los riesgos cibernéticos, situación que podría derivar en una ciber pandemia, explicó Santiago Fuentes, CEO y cofundador de Delta Protect.
El representante de la startup de seguridad cibernética añadió que, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, las fallas en este ramo serán uno de los 10 principales riesgos que el mundo enfrentará en los próximos dos años; y que 65 por ciento de los ciberataques se deben a errores humanos.
De acuerdo con cifras de Delta Protect y según datos de la Guardia Nacional, al cierre de 2015 se contabilizaron 6,393 casos, mientras que solo en el primer semestre de 2021 ya se registraban más de 7,660 reportes por ciberdelitos, entre ellos: fraude, amenazas, acoso, difamación, suplantación de identidad, extorsión y robo de contraseñas.
Por otra parte, durante la pandemia se ha observado un incremento de hasta 400 por ciento en los ataques sofisticados hacia las empresas, debido al uso de equipos o información delicada fuera de las fábricas u oficinas, lugares donde hay más control.
“Hay un crecimiento exponencial en los ciberataques, pues el trabajo remoto e híbrido ha hecho más vulnerables los sistemas de seguridad de la información. Hay que recordar que el factor humano es uno de los mayores riesgos que enfrenta la seguridad cibernética, pues más del 65 por ciento de los ciberataques se debe a errores humanos”, explicó Santiago Fuentes.
Para evidenciar esta situación, el CEO de Delta Protect citó datos de la Asociación de Internet MX (AIMX), que revelan que 32 por ciento de los mexicanos encuestados usa su equipo personal para las actividades de la empresa para la que trabaja; 51 por ciento utiliza las mismas contraseñas para el trabajo y sus cuentas personales; y 30 por ciento desconoce si sus equipos tienen software antivirus, que es una de las principales medidas para evitar ser víctima de los ciberdelincuentes.
En tal sentido, Fuentes comentó que es necesario tomar acciones para proteger la privacidad y la seguridad de los datos, ya que un ciberataque puede atentar contra infraestructuras fundamentales de bancos o empresas en México cuyas consecuencias pueden afectar la operación del día a día, la identidad y la economía de las personas u organizaciones.
“Es crucial que todos estemos enterados y conscientes de esta problemática para implementar medidas de acción colectiva y una mejora en las políticas de rendición de cuentas aplicables al gobierno y las empresas que nos lleva a estar todos más seguros y mantener blindada nuestra privacidad”, concluyó.