La Secretaría de Salud reportó que en 2024 se registraron 4.3 millones de casos de enfermedades intestinales en México, 240,000 más que en 2023. Este aumento refleja una preocupante tendencia: las enfermedades digestivas son cada vez más comunes entre los mexicanos. Según AXA México, estas enfermedades lideraron las atenciones médicas entre sus más de 1.5 millones de asegurados de Gastos Médicos Mayores (GMM) en 2024.
En este sentido, la aseguradora informó que atendió más de 20,000 casos relacionados con padecimientos digestivos, con un costo promedio de 100,000 pesos por evento. Entre los diagnósticos más frecuentes estuvieron la apendicitis aguda, la colelitiasis (cálculos en la vesícula) y la colecistitis (inflamación de la vesícula).
David Sánchez, director de Siniestros Salud en AXA México, destacó la conexión de estos padecimientos con hábitos alimenticios poco saludables, el sedentarismo y la falta de atención médica oportuna; y comentó que “muchas personas ignoran los síntomas iniciales o se automedican, y no buscan la atención de un especialista hasta que la condición ya es grave; por ello hay más complicaciones y los costos son más elevados”.
La información emitida por la aseguradora indicó que los casos de enfermedades digestivas también lideran las atenciones de emergencia, con un promedio de hospitalización de entre dos y cinco días. Apenas el 1 por ciento de los pacientes en urgencias son dados de alta el mismo día, lo que incrementa significativamente los costos. Además, más de 5,000 casos de gastroenteritis o diarrea fueron atendidos como urgencias en 2024, siendo julio el mes con más incidencia debido a las altas temperaturas.
David Sánchez subrayó que muchas de estas enfermedades pueden evitarse con un enfoque preventivo y un seguimiento médico adecuado. La detección y atención temprana no solo reducen la gravedad de las enfermedades, sino que también alivian el impacto económico en las familias.
Ante este panorama, contar con un seguro médico no solo garantiza el acceso a una atención oportuna, sino que también protege la economía familiar frente a gastos inesperados. En un contexto donde las enfermedades digestivas son cada vez más frecuentes, tener un respaldo financiero puede marcar la diferencia entre una recuperación adecuada y una crisis económica.