Debido a temperaturas récord y meses de severas sequías, Australia vivió una de sus peores temporadas de incendios forestales, con un costo para su economía que probablemente ascienda a 2,000 millones de dólares, mientras que las pérdidas aseguradas oscilan hasta este momento en 375 millones de dólares, aunque es probable que tal cifra siga incrementándose, afirmó Jessica Irvine, colaboradora de The Sydney Morning Herald y del Consejo de Seguros de Australia.
Las cifras preliminares fueron dadas a conocer los primeros días de enero por esta entidad aseguradora, que especificó que las pérdidas reales se conocerán meses adelante, cuando los incendios se hayan controlado y pueda hacerse una evaluación detallada de pérdidas humanas, patrimoniales y ambientales. Sin embargo, las volátiles condiciones podrían intensificar el fuego; es decir, lo peor estaría por venir, advirtió Shane Fitzsimmons, comisionado del Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur.
Mientras que los incendios fuera de control, impulsados por las altas temperaturas y poderosos vientos, dejan a miles de hogares sin luz ni electricidad, los economistas informan que el Banco de la Reserva ofrecerá otro recorte en las tasas de interés el próximo mes, en medio de temores de que los incendios provocarán que los consumidores —por cautela— gasten aún menos.
No obstante, el superávit presupuestario del gobierno de Scott Morrison (primer ministro australiano) parece seguro, luego de que se anunció el despliegue de reservistas del Ejército en las zonas devastadas por los incendios forestales en tres estados y la erogación de fondos por 1,400 millones de dólares en dos años en ayuda.
En tanto, el jefe de Análisis Económico de SGS Economics and Planning, Terry Rawnsley, estimó que los costos directos para las regiones afectadas por el fuego debido a la pérdida de ingresos por turismo, agricultura y ventas minoristas ya se encuentran entre 1,100 millones y 1,900 millones de dólares de este año financiero.
Además, es probable que la neblina de humo que cubre ahora las principales ciudades haya reducido la producción económica nacional en otros 500 millones de dólares desde el comienzo del verano, estimó Rawnsley, incluso mediante la pérdida de productividad, el gasto y la mala salud. “Eso tendrá una repercusión de 1,500 millones a 2,500 millones de dólares en la economía”, dijo.
Las cifras se basan en modelos anteriores de los incendios de Tathra en 2018 y en el vínculo entre el tamaño de las pérdidas aseguradas y la producción económica. A medida que aumentan las pérdidas aseguradas —375 millones de dólares en la última estimación del Consejo de Seguros de Australia—, también lo harán los costos económicos.
Rawnsley estimó un efecto en el producto bruto nacional de 0.15 por ciento este año financiero, principalmente en el trimestre de marzo. Advirtió que es probable que muchas comunidades afectadas no puedan recuperarse completamente.
“Para esas comunidades locales se calcula una reducción del 25 al 50 por ciento en su economía. La cuestión a largo plazo es si podrán recuperarse de esto”, dijo Rawnsley.
“Muchas de esas áreas son ciudades turísticas y dependen de los ingresos del periodo de verano para pasar el año. Si la ciudad se ha quemado, la gente sencillamente no irá. Algunas de esas áreas son bastante marginales, para empezar. Si su población se aleja, realmente no obtendrá ese beneficio de la reconstrucción”, cerró Terry Rawnsley.