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- Tras la advertencia, Guillermo Arthur, presidente de FIAP, apremia a buscar soluciones
- El caso de Chile, una advertencia para forzar cambios que ofrezcan mejores pensiones
Por: Alma Yáñez Villanueva
@pea_alma
Al indicar que México no puede y no debe postergar el aumento en las tasas de cotización ni en la edad de retiro ante el incremento de la esperanza de vida, Guillermo Arthur, presidente de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), hizo énfasis enn que urge una reforma al sistema de pensiones actual.
En el marco de la II Convención Nacional de Afores y el XV Seminario Internacional de FIAP, Arthur alertó sobre el inconveniente de no buscar soluciones de corto plazo en este país, ya que esto podría ocasionar que se enfrentar una crisis como la que vivió Chile, que debe tomarse como una advertencia para empujar cambios que ofrezcan una mejor pensión a los trabajadores.
Guillermo Arthur consideró que ya no se puede postergar un alza en las tasas de cotización ni en la edad de retiro, dado el incremento en la esperanza de vida, ya que, dijo, “ya está sobre la Tierra la generación que vivirá 100 años”, y con las condiciones actuales tendrá un periodo de retiro más largo.
“Estos movimientos de Chile deben sacudir nuestra pasividad. Debemos trabajar en los cambios que requiere el sistema. Estos problemas están claramente identificados y no pueden seguir postergándose”, agregó el presidente de la FIAP.
Por otro lado, Arthur destacó que es necesario reproducir modelos previsionales como los que se aplican en algunos países desarrollados, pues además de lograr incentivos fiscales, es probable que sea más “tajante” la independencia de las administradoras de pensiones, cuya función es administrar las pensiones de los trabajadores para evitar “cualquier contaminación” con otros propósitos.
El dirigente consideró también necesario que haya un pilar solidario dentro de las finanzas públicas, para ayudar a los sectores menos favorecidos y que no les ha sido posible generar un ahorro para el retiro.
En su ponencia, Guillermo Arthur también se refirió al más reciente informe de Mercer, que ubica a Chile, Colombia y México en el ranking de los países con mejores sistemas previsionales del mundo.
El presidente del organismo multinacional comentó que, en efecto, hay quienes promueven una vuelta a los sistemas de reparto no obstante su fracaso en el mundo, pues en éstos el número de pensionados crece en forma constante al mismo tiempo que los cotizantes disminuyen.
Arthur dijo que la estructura de estos sistemas hacía inviable su financiamiento; por lo cual, entre 1995 y 2017 54 países aumentaron la edad de jubilación, 76 aumentaron la tasa de cotización y 67 ajustaron la fórmula de cálculo de los beneficios.
“No obstante estos cambios paramétricos, el sistema de reparto no fue capaz de financiar las pensiones de los trabajadores; en cambio, la obligación recayó sobre los gobiernos, afectando seriamente su sostenibilidad”, expresó.
Guillermo Arthur explicó que los movimientos de protesta en Chile deben sacudir nuestra pasividad y darnos la fuerza para trabajar en los cambios que requiere el sistema. Y citó entre ellos los siguientes:
- Una actualización automática de los parámetros (tasa de cotización, edad de jubilación) para ajustarlos a los cambios de las expectativas de vida.
- Impulsar el ahorro previsional voluntario (APV). En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la tasa de reemplazo es de 54 por ciento, lo que impulsa el APV a través de mecanismos como incentivos tributarios, mayor liquidez, libre competencia, contribuciones para pensiones y enrolamiento automático.
- Buscar propuestas que contribuyan a mejorar la rentabilidad de largo plazo de los recursos previsionales, por ejemplo mediante la inversión en activos alternativos.
- Independizar a los fondos de pensiones de cualquier objetivo distinto del financiamiento de pensiones, por loable que éste sea. Si el ahorro para pensiones, por las razones ya señaladas, es en muchos casos insuficiente para financiar buenas pensiones, mal puede utilizarse para otros fines.
- Contar con programas de pensiones no contributivas. Atendidos los niveles de informalidad y la densidad de cotizaciones, es imprescindible establecer un pilar no contributivo focalizado en los sectores más vulnerables, para protegerlos de la pobreza durante la vejez, que debe estar financiado con impuestos generales del país.
- Ampliar las modalidades de pensión para que se ajusten a los requerimientos de las personas.
- Entregar adecuada asesoría a los afiliados al momento de seleccionar la modalidad de pensión.