Valuar una empresa o valuar una cartera en el caso de una empresa de inversiones o de seguros es una tarea metódica y estructurada, en adición parte fundamental en el proceso de evolución de las organizaciones, tenerla siempre presente y actualizada nos sirve entre otras para:
- Una Posible compra venta ya sea de una participación o de la totalidad del capital accionario.
- Conocer el verdadero valor de la empresa, considerando activos tangibles e intangibles.
- Una correcta distribución ante un proceso de sucesión y/o herencia familiar.
- Una reestructura o fusión con algún otro jugador, para crear sinergias teniendo un mejor tamaño y posición.
Es importante que esta sea realizada por una empresa especializada con experiencia y que conozca los distintos métodos de valuación.
La mayor parte de los errores en la valuación de empresas vienen por no acertar en las técnicas y metodologías de valuación, así como no medir de forma correcta los riesgos inherentes del mercado y sector específico.
COMO ES UN PROCESO DE VALUACIÓN
Se inicia teniendo una radiografía de la empresa, analizando su estructura, sus procesos, sus activos (tangibles e intangibles) su plantilla y en general cualquier actividad que sea fuente de costo o de generación de efectivo dentro de la organización.
Si se realizara en este punto, por ejemplo, una valuación de cartera habría que analizar además a detalle, la situación, la armonía, la hegemonía, el momento histórico y familiar de los principales clientes, para con ello cubrir el punto referente a la generación continua de efectivo.
Existen distintas técnicas para realizar la valuación, en lo personal a mi me gusta aplicar 5 o 6 métodos distintos, eso garantiza un resultado mucho más preciso.
Algunas de las técnicas son:
- Descuento de flujos de efectivo
- Valor Contable
- Activos generadores
- Múltiplos de ebitda
- Múltiplos de mercado
Al hacer una valuación se consideran variables que se proyectan en el tiempo para después de tener una radiografía de la empresa, visualizar con estas variables el futuro y tener una fotografía mucho más certera de valor en distintas etapas del tiempo.
Esta fotografía se mueve en distintos posibles escenarios en el tiempo, situación que nos ayudará a poder comprender mejor los resultados posibles y probables esperados.
Un punto muy importante es que todas estas variables que se proyectan deberán ser sustentadas una a una, minimizando la incertidumbre y la subjetividad.
Estas variables son analizadas con su posibilidad y carga de riesgo (sistémico y no sistémico) a fin de poder poco a poco minimizarlo con distintas técnicas.
En la mayoría de las ocasiones, las personas menos experimentadas no contemplan ni todos los riesgos ni los activos intangibles o no saben realmente cómo considerarlos en la valuación, y esto puede llevar los procesos a resultados completamente equivocados.
Casi siempre los riesgos y los activos intangibles generan la mayor cantidad del valor en la valoración.
En la década de los 70s los activos intangibles representaban en el balance entre el 16% y 18% del valor de una empresa, y el resto de los activos tangibles como efectivo, inversiones líquidas, inventarios y bienes raíces representaban del 82% al 84%, ahora medio siglo después esta proporción cambió al grado en que los activos intangibles pueden llegar a niveles que representen el 90% o 95% de la hoja de balance
En otro momento hablaremos de estos activos, muchos de ellos van relacionados con Marcas, Patentes, Contratos, Nombre Comercial, Software, Logos y en general muchos conceptos que son inherentes de la empresa.
Todo esto parte de un conocimiento profundo de la propia empresa y del sector, por lo que resulta importante un trabajo conjunto y en equipo entre los consultores valuadores y los empresarios.
En adición es muy importante que este proceso lo realice un tercero ya que se eliminará toda la carga emocional que pueda tenerse en la empresa, por el esfuerzo, dedicación, sacrificio y horas de trabajo para sacarlo adelante, centrando el trabajo en el valor intrínseco de las personas, de los activos y de los procesos, y la capacidad de todos ellos de generar riqueza.
CUANTO TIEMPO TARDA UNA VALUACIÓN
En el mejor de los casos y considerando que se tienen todos los elementos disponibles tardará el proceso entre 8 y 10 semanas, sin embargo, hay muchos temas a considerar, por ejemplo, si existen varias ubicaciones físicas que deban ser visitadas o si existen estas ubicaciones en distintas ciudades o si las entrevistas a miembros de la plantilla se extienden más de lo habitual, esto último haría que se ampliará algunas semanas adicionales el proceso.
En ocasiones las revisiones y chequeos financieros y fiscales llevan un poco más de tiempo principalmente porque la metodología que utilizan en la empresa no está realizada con normas oficiales o no considera todos los elementos naturales en su contabilización.
En todos los casos, el consultor brinda recomendaciones para coadyuvar en que todo termine siempre con el orden adecuado.
FINALIZANDO
La maravilla de los entregables es que no son solo cifras relacionadas con el valor absoluto de la empresa, sino que existe una ruta y coherencia entre el resultado obtenido y la certeza de cada elemento contemplado.
Como se pudo ver, existen muchos factores que pueden hacer que nuestra valuación sea exitosa o no lo sea, y si consideramos que tener la certeza de este valor puede lograr que tengamos mejores argumentos de negociación ante una oportunidad en el mercado, esto sin duda la hará más exitosa.