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- A eso llama Daniel Kraft, en la 28.ª Convención de Aseguradores de México
- Luego aporta ejemplos de cómo la tecnología está modificando la vida de las personas
- También describe la relación que una mentalidad exponencial puede tener en seguros
Por: Luis Adrián Vázquez Moreno
@pea_lavm
Gigantes de la cibertecnología como Apple, Google, Samsung y Microsoft están orientando parte de su oferta de productos al desarrollo de plataformas, aplicaciones e incentivos que favorecen el interés de las personas por monitorear, prevenir, diagnosticar e informarse acerca de las enfermedades, presentes y futuras; pero no solo estas organizaciones pueden hacerse cargo de inventar y predecir el futuro: todos podemos hacerlo si nos esmeramos en cultivar una mentalidad exponencial que nos convierta en futurólogos.
Así lo advirtió Daniel Kraft, presidente de la Facultad de Medicina y Neurociencia Singularity University y fundador y presidente de Exponential Medicine, al hablar acerca del “Impacto de la tecnología en la salud”, en el marco de la 28.ª Convención de Aseguradores de México (CAM) organizada por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
En esta reunión, Kraft llamó a los presentes a convertirse en pensadores exponenciales y también a considerar la convergencia de la tecnología y su impacto en los seguros. “Creo —subrayó- que el futuro para todos los campos será un poco como Google Maps, y en el terreno de la salud, a través de la tecnología, donaremos órganos o sangre como hoy donamos datos. ¿Acaso imaginamos dónde vamos a estar en 2018, dónde en 2080? Créanlo: si cultivamos esta mentalidad exponencial, todos podemos ser futuristas.
“No es tan complicado predecir el futuro. Todos sabemos que tenemos que hacer mil cosas por el cuidado de los enfermos; también somos conscientes de que necesitamos movernos hacia una salud participante y proactiva. Entonces tenemos que pensar todos y salir de estas ideas antiguas. Todos tenemos la oportunidad de predecir el futuro, y no solamente podemos hacer tal cosa, sino crear el futuro con eso”, dijo el conferencista.
Como ejemplo, Kraft señaló que, gracias a la tecnología, hoy es posible medir prácticamente cualquier elemento del comportamiento habitual del ser humano y conectarlo mediante plataformas y aplicaciones con el big data, lo que facilita hacer medidas de prevención, atención y diagnóstico temprano. También agregó que es posible rastrear el nivel de azúcar y de la presión arterial mediante un reloj en la muñeca o un radar que los monitoree de manera continua.
Asimismo, indicó que se pueden poner dispositivos en los zapatos o en lentes de contacto que miden el azúcar en la sangre, al igual que dispositivos subcutáneos que monitorean el estado de salud de una extremidad, la oxigenación, el potasio, etcétera, de manera permanente; todo ello sin olvidar un anillo que rastrea el sueño, que es muy importante para la salud, ya que tener deficiencias en dicha faceta de la vida constituye un factor de riesgo para padecer obesidad, cáncer y depresión.
Prácticamente todo, en materia de salud, podrá ser monitoreado mediante la tecnología en el futuro próximo. ¿El aliento les parece bien? ¿Sabían que las moléculas en su aliento pueden implicar enfermedad?
Luego preguntó: ¿Qué pasa con la salud mental? La salud mental tiene un papel muy importante en la salud. Ahora ya es posible ver si las personas tienen problemas mentales. Mediante los filtros de Instagram se estudian sus movimientos, y de esa manera se puede determinar si un individuo tiene tendencias suicidas o depresiones.
Kraft indicó que, aunque no nos guste, vamos a tener mucha información, y nuestra información se va a recolectar todo el día. Lo interesante será encontrar la manera correcta en que puedan utilizarla los pacientes o, en su caso, las compañías de seguros. El reto es volver dicha información totalmente digerible para todos.
El panorama al respecto comienza a cambiar cuando nos asomamos a tecnología como la de Apple Health, aplicación mediante la cual se puede tomar la información de un dispositivo electrónico y compartirla con el médico; así, él podrá ver mis pasos, mi peso, todo.
“¿Qué pasaría si pudiéramos tener un sensor para nosotros, nuestros colegas o pacientes y que nos lanzara una advertencia de ¡CUIDADO! antes de que todo se descomponga? Eso ya está ocurriendo. Ya hay entrenadores digitales que utilizan la información que se comparte a través de los dispositivos que te dicen: checa tu dieta, detectamos que tus niveles de azúcar están por encima de lo normal. Te recomendamos que hagas… Y entonces son más interactivos.
“O para los fumadores. Ya hay aplicaciones capaces de mostrar la cara de la persona antes de fumar y después de fumar: se destacan las transformaciones que sufre el rostro por esta adicción. Entonces esto es un ejemplo de tecnología que converge.
¿Qué panorama hay con respecto del mundo de los seguros?
Así como con un diagnóstico mediante el uso de la tecnología se puede determinar si una persona es bueno o mal conductor de acuerdo con su historial de hábitos de manejo, lo mismo está ocurriendo con la información médica. Con el alzheimer, por ejemplo, podemos escanear el cerebro y la sangre para predecir quién va a tener esa demencia en 10 o 15 años.
Ahora podemos tener un electrocardiograma en el smartphone y se puede hacer un análisis en tiempo real. Esta información digital la podemos capturar y utilizar de maneras inteligentes. Por ejemplo, si se tiene riesgo de enfermedad cardiovascular, es posible hacer una examinación virtual en 30 segundos: se hace un escaneo, se manda la información del corazón a la nube, y se puede digitalizar qué tan estrecho es el paso por donde fluye la sangre.
También tenemos detección de cáncer de bajo costo. ¿Qué pasaría si detectar el cáncer fuera tan fácil como hacerlo para ver si una persona está embarazada? Tenemos mucha información. La pregunta es cómo utilizarla de manera correcta e inteligente. Imaginemos el futuro. ¿Qué papel le toca hacer a cada uno de nosotros? ¿Queremos mejorar todo? La salud, la discapacidad, los seguros… Todo se puede mejorar, e imaginando todos podemos convertirnos en futuristas.