De acuerdo con la quinta edición de la Encuesta Nacional de Salud y Envejecimiento 2018, las enfermedades que más afectan a la población mexicana de 50 años y más son hipertensión arterial, diabetes y artritis. Además, 62.4 por ciento de personas de este grupo etario percibían tener un estado de salud de regular a malo.
Tales datos fueron dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en coordinación con el Centro Médico de la Universidad de Texas, que indicó que la Encuesta Nacional de Salud y Envejecimiento (Enasem 2018) tiene como objetivo generar información sobre el proceso del envejecimiento en México, el impacto de las enfermedades y la discapacidad en la población a partir de los 50 años de edad.
En tal sentido, la Enasem revela también que el porcentaje de adultos de este grupo en nuestro país reportó cinco o más síntomas depresivos en 2018: 30.6 por ciento (21.9 por ciento para hombres y 37.1 por ciento para mujeres). Esta prevalencia ha tenido niveles similares a través del tiempo, puesto que 22.5 por ciento de hombres y 41.2 por ciento de mujeres reportó tener cinco o más síntomas depresivos en 2012.
El comunicado del Inegi detalla que la diabetes tiene impacto en la calidad de vida de las personas de 50 y más años de edad, pues la prevalencia pasó de 15.3 por ciento en 2001 (13.2 por ciento para los hombres y 17.2 por ciento para las mujeres) a una prevalencia de 22.8 por ciento en 2018 (20 por ciento para los hombres y 24.9 por ciento para las mujeres)
En otros datos, la Enasem indica que 18.7 por ciento de los hombres en el grupo de edad 50 años y más presentaba obesidad en 2001, y se incrementó a 22.7 por ciento para 2018, mientras que para las mujeres de este mismo grupo de edad la proporción pasó de 25.2 por ciento a 31.3 por ciento.
En tanto, el estudio arroja que 68 por ciento de las mujeres y 57 por ciento de los hombres declaran medirse regularmente el colesterol.
Con referencia a las vacunas, 57 por ciento de mujeres y 46 por ciento de hombres declaró su uso contra la influenza, mientras que alrededor del 17 por ciento de ambos géneros indicó el uso de vacuna contra la neumonía.
Por otro lado, entre los varones, una cuarta parte reveló hacerse examen de próstata regularmente, y entre las mujeres, 59 por ciento reportó tener una prueba para cáncer cervical (papanicolau). Estos niveles de uso de cuidados preventivos son muy similares a los reportados en 2012.
En 2018, 11.2 por ciento de la población de 50 y más años de edad afirmó tener al menos una limitación para realizar actividades de la vida diaria como caminar, bañarse, comer, acostarse y levantarse de la cama. Para el caso de los hombres la proporción fue de 9.5 por ciento y para las mujeres de 18.3 por ciento.
La información del Inegi acota que 7.2 por ciento de la población de 50 y más años de edad afirmó tener al menos una de las siguientes limitaciones: manejar dinero, tomar medicamentos, hacer compras o mandados o preparar una comida. Mientras tanto, 35.2 por ciento realiza ejercicio al menos tres veces por semana en 2018, 45.8 por ciento de los hombres y 27.2 por ciento de las mujeres.
Por primera vez en la Enasem se preguntó acerca de problemas del sueño: 46.6 por ciento de las mujeres y 32.4 por ciento de los hombres reportan tener dificultad regularmente para quedarse dormido.
También se cuestionó sobre nueve síntomas depresivos: se sintió deprimido; sintió que todo lo que hacía era un esfuerzo; sintió que su sueño era intranquilo; se sintió infeliz; se sintió solo; sintió que no disfrutaba de la vida; se sintió triste; se sintió cansado y sintió que no tenía mucha energía.
El porcentaje de adultos que reporta cinco o más síntomas depresivos en 2018 es de 30.6 por ciento (21.9 por ciento para hombres y 37.1 por ciento para mujeres). Esta prevalencia ha tenido niveles similares a través del tiempo, puesto que 22.5 por ciento de hombres y 41.2 por ciento de mujeres reportó tener cinco o más síntomas depresivos en 2012.
Por último, de la población de 50 y más años de edad, 5.6 por ciento reporta que su memoria es mala. Además, 82.5 por ciento asegura encontrarse satisfecho con su vida.