Las pérdidas económicas a causa de las catástrofes naturales registran una considerable alza, porque la severidad de esta clase de eventos está aumentando, sin perder de vista que los peligros secundarios derivados de la naturaleza incrementan la factura total de los desastres. Sin embargo, un gran número de estos siniestros siguen sin estar asegurados, un aviso indiscutible de que el sector seguros está forzado a ampliar el nivel de las coberturas y hacerlas más asequibles, afirmó Eduardo Pérez de Lema, CEO de MAPFRE RE.
Pérez de Lema dijo tajante que la industria aseguradora enfrenta considerables retos, en lo que se refiere a contribuir a cerrar la brecha de protección en los países altamente expuestos a catástrofes naturales devastadoras, objetivo en el que, añadió, es crucial que las instituciones lleven a cabo una adecuada identificación, valoración y modelización de los riesgos; de modo que amplíen las fronteras de las garantías proporcionadas y ofrezcan protección financiera ante los riesgos que hoy no son asegurables.
“Es indiscutible que durante muchos años hemos demostrado como sector nuestra fortaleza a la hora de absorber la volatilidad desatada por los desastres naturales, lo que subraya la gran responsabilidad que tenemos con la sociedad. No obstante, es una lástima que aún exista una brecha de protección tan amplia, con un enorme número de pérdidas no aseguradas generadas por las catástrofes, sobre todo en las regiones del orbe en las que sería un esquema necesario”, declaró el CEO de MAPFRE RE.
Se cumple lo vaticinado
Desde el punto de vista Pérez de Lema, el significativo crecimiento que experimentan los eventos asociados al clima extremo no pueden considerarse como una sorpresa. De hecho, continuó, es normal que la humanidad deba sortear catástrofes de manera frecuente. Además, alertó, sería preocupante que los peligros secundarios relacionados con la naturaleza pillará por sorpresa a la industria aseguradora.
El CEO de MAPFRE RE descartó que los efectos del cambio climático sean una coyuntura inesperada para el sector asegurador, visto que “es una tendencia que sabíamos que iba a presentarse; por lo que tenemos que contribuir desde nuestra trinchera a mitigar dicho entorno”.
El actual panorama que guardan los desastres naturales saca a la luz la urgente necesidad de que se identifiquen y gestionen versatilmente los eventos medioambientales, indicó Pérez de Lema, quien llamó a la industria aseguradora a instrumentar una tarificación rigurosa de dichos siniestros.
Por último, el CEO de MAPFRE RE precisó que tras las considerables alteraciones medioambientales, demográficas y de gobernanza desatadas por la pandemia de COVID-19, “probablemente el sector asegurador tenga que centrar más esfuerzos en la esfera social, método que garantizará que la población esté mejor protegida”.