El mal trato que le hemos dado a la Tierra empieza a tener consecuencias: olas de calor extremo, precipitaciones atípicas, sequías persistentes (que traen aparejados grandes incendios), inundaciones frecuentes, tormentas sin par, aumentos y cambios en el nivel del mar… Éstos son los terribles cambios que está sufriendo el clima, y es una realidad que ya estamos viviendo. Pero el futuro luce aún más desalentador por el cambio climático.
Así lo advierte un estudio publicado en la revista académica Nature Climate Change, en el que participaron 23 especialistas que revisaron 3,000 artículos sobre varios efectos del cambio climático. El análisis determinó 467 maneras en que estas alteraciones en el clima afectan a la salud física y mental de los humanos, la disponibilidad de agua, la infraestructura y otras facetas de la vida en la Tierra.
Es un hecho que los efectos por el cambio climático ya los estamos viviendo. Lo pudimos observar en Florida, Estados Unidos, que hace poco tiempo experimentó una sequía extrema, récord de temperaturas altas e incendios forestales, además del huracán Michael. De forma similar, California sufrió los peores incendios forestales en la historia del estado, así como sequías, ondas extremas de calor y una calidad muy mala del aire que amenaza la salud de los residentes, mencionó Camilo Mora, miembro de la Universidad de Hawái y autor principal de la investigación.
El documento de Nature Climate Change también pone en contexto lo que podría vivir la población mundial en el año 2100 en caso de que la sociedad no tome conciencia y siga contaminando el medio ambiente. El trabajo indica que para ese año algunas áreas costeras tropicales del planeta, como la costa atlántica de Centroamérica y Sudamérica, podrían enfrentar hasta seis crisis al mismo tiempo. “Esa posibilidad es como una película de terror, pero real”, sentenció Mora.
También se detalla que para 2100 Nueva York podría esperar el golpe de cuatro crisis climáticas simultáneas si las emisiones de carbono continúan al paso actual; sin embargo, añade el texto, si las emisiones se reducen de manera significativa, esa cifra quizá se pueda reducir a uno. Los problemas en las costas tropicales también podrían reducirse (de seis a tres crisis climáticas simultáneas) siempre y cuando se revierta la tendencia destructiva que enfrenta el planeta en la actualidad.
En el artículo se menciona que, al calentarse la atmósfera, las emisiones de gases de efecto invernadero pueden agudizar las sequías en lugares que son secos por naturaleza, haciendo madurar condiciones para los incendios forestales y las ondas de calor, aseguraron los investigadores. En zonas más húmedas, una atmósfera más caliente retiene un grado mayor de humedad y fortalece los aguaceros; mientras que el aumento en el nivel del mar dispara la cantidad de tormentas. Finalmente, la elevada temperatura en las aguas marinas potenciará la destructividad general de las tormentas.
Población pobre, la más afectada
El cambio climático afectará (ya afecta) en grado diverso a ricos y pobres, de acuerdo con los autores. “Las pérdidas más altas de vidas humanas durante estos acontecimientos climáticos extremos ocurrieron en naciones en vías de desarrollo; mientras que lo más común fue que las naciones desarrolladas enfrentaron una carga económica alta en cuanto a los daños y los requisitos de adaptación”, explicaron.
En general, la gente no está acostumbrada a enfrentar problemas como el cambio climático, según Camilo Mora: “Como humanos, no sentimos el dolor de la gente que está lejos o vivirá en un futuro lejano. Lo más normal es que nos preocupemos por la gente más cercana a nosotros o que tiene un impacto en nosotros, o por cosas que sucederán mañana”, explicó.
Por lo tanto, aseguró Mora, la gente tiende a considerar que estos sucesos pasarán en el futuro remoto y piensa de esta manera: “Podemos solucionar estas cosas después; tenemos problemas más urgentes ahora”. Sin embargo, esta investigación evidencia lo errónea que es esta concepción.