Desde el punto de vista que se quiera adoptar, el hábito de fumar afecta a la vida de las personas de manera importante. En el peor de los casos, es una adicción que mata. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en todo el orbe un total de siete millones de personas como consecuencia del tabaquismo.
Los fumadores pasivos también se ven seriamente afectados. La OMS revela que cada año fallecen globalmente cerca de 600,000 personas que convivieron largos periodos con una persona fumadora.
El cigarro contiene más de 4,000 sustancias químicas, de las cuales 250 son tóxicas y 50 se identifican indudablemente como cancerígenas, y este cóctel de venenos afecta por igual tanto a fumadores como a quienes los rodean y comparten el mismo ambiente. Ambos grupos se ven altamente expuestos, y es común que presenten graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Es innegable que este problema de salud genera gravísima preocupación en las aseguradoras. Veamos un caso arquetípico: GNP Seguros reportó que en 2017 atendió más de 2,500 casos relacionados con el tabaquismo por medio de su seguro de Gastos Médicos Mayores. Pagó un monto de atención por estos padecimientos más de 275 millones de pesos.
En cuanto a casos de enfermedades derivadas del hábito de fumar reportados en el 2017 por entidad federativa, Ciudad de México destacó, dijo GNP Seguros. La capital del país representó 38.4 por ciento del total de los casos que registró la compañía de seguros, seguida por Nuevo León, que reportó 11.3 por ciento de los siniestros totales en el periodo mencionado. Es necesario subrayar que estas entidades junto con Jalisco (7.8 por ciento) representaron 57.5 por ciento del total de los padecimientos relacionados con el tabaquismo durante el pasado año registrados en la cartera vigente de GNP Seguros.
Entre las afecciones más comunes que se consignan destacan las siguientes: neoplasia (tumor) maligna de lengua, esófago, tráquea, bronquios y pulmón; carcinoma de esófago, enfisema pulmonar, enfermedades cardiopulmonares, entre otras.
La OMS considera que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo; y el consumo de tabaco, ya sea directo o como exposición involuntaria al humo de esta sustancia que sufren las personas que no fuman, contribuye con casi 12 por ciento de las defunciones por cardiopatías en el mundo entero. El hábito de fumar o de compartir sistemáticamente el espacio con un fumador se constituye así en la segunda causa de enfermedades cardiovasculares después de la hipertensión arterial.
Las enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, las pulmonares y el cáncer, ocupan los primeros lugares en causas de muerte entre adultos a escala mundial. Ser conscientes del riesgo que representa el consumo de tabaco es primordial para dar el primer paso en la difícil decisión de dejar de fumar.
Otra compañía de seguros, Mapfre, nos comparte de su lado otros efectos sobre la salud directamente vinculados con el tabaquismo.
Amenaza para el desarrollo de los países
De acuerdo con la OMS, 80 por ciento de las muertes relacionadas con esta enfermedad se concentra en países en vías de desarrollo, lo que representa una carga enorme para sus sistemas de Salud y sus economías.
Agricultura
Cultivar tabaco también puede suponer una consecuencia negativa para los lugares en los que esta planta se siembra habitualmente, por lo que se busca implementar campañas que promuevan una producción sustentable, sin el uso de agrotóxicos que dañan el medio ambiente, así como acciones que incentiven un comercio justo para los productores de la solanácea.
Medio ambiente
Las colillas de cigarro están hechas de materiales no biodegradables que tardan más de 10 años en descomponerse y contaminan el suelo y el agua si no se desechan correctamente. Además, cuando estos residuos del cigarrillo se tiran estando aún incandescentes, pueden provocar incendios en áreas forestales, o incluso en el hogar.
No quedan dudas, estimado lector: dejar de fumar siempre será positivo, tanto para quien renuncia al cigarro como para las personas que rodean al nicotinodependiente. Por lo tanto, si usted ha tomado esa sana decisión, no dude en buscar ayuda profesional.