Los fumadores son una población que puede padecer en mayor medida una enfermedad pulmonar o una capacidad respiratoria reducida, situación que potencia enormemente la posibilidad de desarrollar síntomas graves de la COVID-19 y un mayor riesgo de morir en caso de que sean contagiados, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El organismo global señala asimismo que es incuestionable que los fumadores sean más vulnerables a contraer la COVID-19, ya que el acto de fumar supone arrimar los dedos a los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus SARS-CoV-2 Sars de la mano a la boca. Además, alerta, muchos pierden de vista que los tabacos consumidos podrían estar contaminados; como consecuencia de un manejo y conservación inadecuado de este tipo de productos.
“La COVID-19 es una enfermedad respiratoria y genera daños a los pulmones. El tabaco aumenta el riesgo de que un infectado sea sometido a un respirador en la unidad de cuidados intensivos o perder la vida”, afirmó María Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS.
Según la OMS, ciertos dispositivos usados para fumar, como las pipas de agua, suelen conllevar el uso compartido de boquillas y mangueras, situación que se perfila como un caldo de cultivo para la transmisión de la COVID-19 en ambientes comunitarios y sociales.
Finalmente, la institución sanitaria recuerda que las afecciones que incrementan las necesidades de oxígeno o reducen la capacidad corporal de darle un uso adecuado conllevan un mayor riesgo de sufrir afecciones pulmonares graves, tales como como la neumonía por COVID-19.