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Finanzas personales escalan cada vez más en bienestar personal

El Asegurador

La percepción de bienestar financiero se ha transformado aceleradamente en los últimos años, sobre todo con los cambios psicológicos y de consumo que impuso la pandemia. Ante ello, la aseguradora Sura publicó el estudio titulado Tendencias de salud financiera, en el que revela la importancia de resignificar la comprensión de las finanzas personales como un factor de salud determinante en las personas.

La aseguradora manifiesta en su publicación que esta gestión de la salud financiera es entendida desde una interrelación con la salud mental y física, y el entorno en el que habitan las personas.

“La preocupación permanente por el dinero conlleva en ocasiones a conductas de alto riesgo como el abuso de alcohol y drogas, alimentación inadecuada, comportamientos sedentarios o incluso delictivos, materialización de casos de suicidio, sobreendeudamiento y disminución de rendimiento laboral”, indica Sura.

Esta evidencia de la implicación financiera en la salud, ahora, más que nunca, toma relevancia en el sentido de proteger la salud mental a través del trámite adecuado de las emociones y el cuidado en las decisiones financieras.

Debido a que el gasto en salud mental comienza a representar un concepto fijo en los gastos mensuales, el estudio advierte que quienes se enfrentan a la escasez de recursos sufren mayores cargas cognitivas (estabilidad emocional, irritabilidad, negatividad, ansiedad, nerviosismo, tristeza, tensión) al manejar los diversos desafíos, deteriorando así el funcionamiento ejecutivo, incluida la creatividad, la empatía, la planificación para el futuro y la resolución de problemas.

Abundancia de información no implica conocimiento

A pesar del exceso y alcance de herramientas educativas para las finanzas personales, el estudio asevera que los consumidores continúan desconfiando de los servicios y productos en los que ponen su patrimonio porque sienten que cualquier opción entraña un riesgo, incluso cuando ahora existe más investigación, valoración, comparación y fuentes de opinión.

Adicionalmente, hay otros casos en los que la información es tan abundante que no llega a ser asimilada por toda la población, pues muchos consumidores carecen de herramientas educativas e información para llegar a conocer o saber discernir.

“La abundancia de información no implica conocimiento, fenómenos como las fake news, el flujo de noticias en tiempo real, las redes sociales y el exceso de información, hace que ésta no necesariamente sea sinónimo de conocimiento”.

Finalmente, Sura considera necesario replantear la visión financiera del sistema en general, pues actualmente las personas están priorizando las experiencias de vida a corto plazo en contraste con las proyecciones a largo plazo que se vivían anteriormente.

“Ya no existe una percepción lineal del tiempo, de pasado a futuro, sino una constante dimensión del presente en la que vivir las experiencias sin considerar las planeaciones futuras funciona como modelo eficiente en pro de una vida balanceada”, concluye.

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