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Pese a la evolución que ha experimentado el mercado de garantías en México, la fianza destaca de entre ellas como el instrumento más apto para avalar el cumplimiento de los derechos y obligaciones que emanan de contratos legalmente establecidos por parte de los diferentes actores que tienen la responsabilidad de impulsar, mediante la consolidación de proyectos, un entorno de bienestar y crecimiento que beneficie de manera directa o indirecta a todos los miembros de la sociedad.

Aunque las cualidades de la fianza son incuestionables, desde la perspectiva del actuario Gerardo Sánchez Barrio, presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Garantías (AMIG), el producto ha sido satanizado por un porcentaje alto de la sociedad que pudiera utilizarla solo por falta de conocimiento de sus bondades.

En entrevista  Sánchez Barrio puntualiza que el mayor desafío que enfrenta el organismo que encabeza estriba en lograr que la sociedad valore la labor trascendente, aunque para muchos invisible, que realizan las compañías que manejan este instrumento financiero.

Hay quienes tienen una idea negativa de las fianzas, al considerar que las instituciones que las operan no pagan al presentarse un incumplimiento de contrato. “Lamentablemente, algunas fianzas no pueden ser pagadas por circunstancias legales, que propician que la reclamación no proceda; sin embargo, habría que considerar que la mayoría de las que se emiten no presentan problema alguno”, refiere el dirigente.

Recordemos, añade, que en materia de fianzas la suscripción es la columna vertebral, y que, por lo tanto, la correcta aplicación de los conocimientos técnicos, legales y financieros da la pauta para que el afianzadora valore y emita la póliza que brindará el respaldo necesario para confiar en que las obligaciones de un contrato sean debidamente cumplidas.

Lo antes descrito es lo que, de repente, no se deja de ver. Lo cierto es que la mayor parte de las fianzas no acusan fallas porque se realiza una buena selección de riesgos, se ejecuta un estudio adecuado de los aspectos técnicos y financieros y se efectúa el seguimiento adecuado, con lo cual lo más seguro es que el proyecto cristalice, con lo que resulta difícil que una reclamación vea luz, explica Gerardo Sánchez Barrio.

En ese contexto, el actuario puntualiza que no existe en el mercado un producto que se equipare con la fianza, ya que es el único instrumento capaz de generar una tranquilidad irrefutable de que las obligaciones de un contrato se respeten, a pesar de que exista el riesgo de que el fiado no pueda cumplirlas por alguna o diversas circunstancias.

“El espíritu con el que operamos los afianzadores aún no se ha entendido bien. Por ejemplo, en la obra pública, que es el nicho de mercado en el cual la fianza tiene mayor participación, nuestra misión fundamental es proteger el dinero de los que pagan impuestos garantizando que los proyectos se puedan concluir; de este modo, hacemos todo lo necesario para que un hospital o una carretera que se había ideado llegue a su término y que la fianza no se tenga que pagar”.

Lastimosamente, lo anterior no es conocido y aquellos que hablan se refieren negativamente acerca de la fianza utilizando el pequeño porcentaje que se reclamó y que por alguna razón legalmente válida no se pagó”. , abundó.

Más fuertes y unidos

Gerardo Sánchez Barrio tomó la batuta de presidente de la AMIG en junio de 2018, reconoció que además del reto que implica que las bondades de la fianza sean más y mejor conocidas por la sociedad, otro más, para la agrupación gremial que preside, es lograr que el sector sea más fuerte y opere con unidad, sobre todo en temas de interés común que puedan afectar a las compañías.

Por ejemplo, durante la charla con este medio el también director general de Fianzas Atlas, S.A., lamenta que en muchos proyectos correspondientes a las rondas que ejecutó Petróleos Mexicanos (Pemex) para la exploración y extracción de hidrocarburos en aguas profundas en el sexenio presidencial que está por concluir, no se aceptara la fianza como un instrumento de garantía, aunque resalta que en las últimas concesiones se revirtió esta tendencia y la fianza retomó su posición, gracias, por cierto, a una labor de cabildeo sin precedente.

En aras de lograr un crecimiento y una consolidación del sector de las garantías, Sánchez Barrio comenta que la AMIG ha invitado recientemente a las aseguradoras de Crédito que operan en México para que se sumen a la asociación que hoy en día aglutina a las 16 afianzadoras que brindan sus servicios en territorio nacional. Argumenta: “Creemos que su labor tiene una fuerte similitud con lo que hacemos en nuestro organismo”.

Agentes: Apoyo rotundo

Gerardo Sánchez Barrio se refiere también al trabajo que desempeñan los agentes en el terreno de las fianzas. En tal sentido, declara que recientemente se llevó a cabo el ejercicio de planeación estratégica en el cual estuvieron presentes los profesionales de la intermediación y y la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), alcanzándoseel compromiso de trabajar todos codo a codo para avivar la participación de este instrumento en el mercado mexicano.

La capacitación, comparte el presidente de la AMIG, fue otro de los tópicos torales de dicha reunión. “Hay una necesidad fundamental de capacitar más a toda la fuerza productora con la que trabajamos. Creo que todos los competidores del sector tenemos la misma perspectiva, vemos el mismo horizonte y apuntamos a redoblar esfuerzos para desarrollar un programa robusto de especialización para los agentes”.

Sánchez Barrio afirma que otra de las prioridades que enfrenta el sector afianzador mexicano es el de mejorar la atracción de talento. Subraya que no es un secreto que la edad promedio de los agentes de fianzas ha subido de forma vertiginosa en los últimos años, y, por ese motivo, la industria de las fianzas debe ser capaz de captar a sangre nueva, de manera que en las próximas décadas el sector no pierda su capacidad operativa.

Caución: lento arranque

Durante la entrevista, el presidente de la AMIG describe cómo ha sido la experiencia del sector de garantías de México ante la instrumentación del seguro de Caución en el mercado. Relata que poner en marcha este nuevo instrumento financiero no ha sido tarea sencilla: El inicio de operaciones fue muy lento, pues nos ha costado mucho trabajo, precisa.

Explica: Al ser un producto completamente nuevo, hubo que desarrollar, de la mano con la autoridad, toda la normatividad que lo regiría; luego de esos baches naturales de todo comienzo, cabe hablar ya de que ya hay dos compañías (Aseguradora Insurgentes y Aseguradora Aserta), autorizadas para operarlo conforme lo demanda la figura financiera mencionada, además de que ya hay cinco afianzadoras también en proceso de convertirse en aseguradoras de Caución.

El presidente de la AMIG indica que, por supuesto, entre todos los competidores tenemos que empezar a promover el seguro de Caución; para ello, al ser un producto diferente y particular, tendremos que idear de qué forma encaja en el andamiaje del mercado de garantía”, especifica.

Según información de la CNSF, el seguro de Caución es un contrato mediante el cual una aseguradora garantiza a favor de un tercero, denominado asegurado/beneficiario, el cumplimiento por parte del tomador/proponente, de una obligación establecida en un contrato. Con la entrada al mercado de este instrumento financiero, la aseguradora se obliga a abonar al beneficiario una suma determinada en virtud de los perjuicios que le ha ocasionado el tomador, como consecuencia de su incumplimiento.

Como quiera que sea, el líder de la AMIG considera que el seguro de Caución complementará la parrilla de productos que ofrece el mercado de garantías en México, avizorando que este instrumento ayudará a que la industria afianzadora consiga un crecimiento y una penetración mucho más sólida en el país.

Primas: efecto de la campaña

Gerardo Sánchez Barrio negó que el arribo inminente de la nueva administración federal, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) genere un clima que preocupe al mercado de garantías, ya que, por ejemplo, deberán a ejecutarse diversas obras de gran envergadura. Sin embargo, lamenta que durante este año el gasto público para realizar importantes proyectos de infraestructura en el país haya disminuido.

“El proceso electoral representó una marcada desaceleración de la economía, ya que muchos proyectos se detuvieron. En el primer semestre la inversión mermó de manera considerable. Por si fuera poco, a la coyuntura le debemos sumar las inquietudes que ha levantado la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), lo que también ha provocado que la economía no se haya movido como esperábamos”, añade el entrevistado.

La industria afianzadora se ha resentido por esta situación y muchas de las compañías han visto una disminución en la emisión de primas; sin embargo, creemos que con el discurso conciliador que hasta ahora ha promovido el nuevo Gobierno Federal, la confianza de los inversionistas empezará a crecer”, expresa Sánchez Barrio.

El presidente de la AMIG reitera que el plan de infraestructura que ha presentado AMLO al país suena prometedor para el mercado de garantías. Destaca que proyectos como la expansión de las refinerías, el Tren Maya y la culminación del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México se perfilan como las iniciativas que a todas luces arrojarían innumerables beneficios para las afianzadoras.

“Hay que esperar para ver cómo se van dando las cosas; no obstante, la nueva administración federal es un cambio de rumbo para todos en México. Esperamos, como industria, que al nuevo Gobierno Federal le vaya bien, porque al final una gestión exitosa es lo que le conviene al país y a todos los que vivimos aquí”, enfatiza.

Apuesta por lo tecnológico

Gerardo Sánchez indica que desde hace unos años el sector afianzador mexicano ha favorecido el sentido tecnológico en sus procesos con el objetivo de ser más eficiente en el uso de los recursos y desarrollo de sus trabajos. La fianza electrónica, destaca, no solo es un ejemplo de innovación y de adecuación al campo de la tecnología, sino que ha permitido verificar en línea que las pólizas que se reciben son válidas – ayuda incluso en aquellas que son requeridas en papel-, lo que ha permitido reducir sustancialmente el número de, por ejemplo, pólizas apócrifas.

El presidente de la AMIG insiste en que el sector afianzador mexicano ha afrontado la transformación digital sin mayor obstáculo y, además, recalca que las afianzadoras han sido por momentos vanguardistas al incluir herramientas digitales en sus modelos de negocio.

Casi al término de la charla, Sánchez Barrio aprovecha para exhortar a las afianzadoras a trabajar en los valores bajo los cuales se asienta su operación, de modo que la sociedad aprecie en toda su expresión la gestión que impulsan a través de la emisión de un instrumento que, de acuerdo a su opinión, no solo provee tranquilidad y confianza, sino que también promueve el círculo virtuoso de la economía de México.

Concluye:

“Los afianzadores hemos sido muy malos en difundir nuestra labor. Si la sociedad se enterara sobre todos los proyectos en los que tenemos participación, se sorprendería; sin embargo, la discusión gira en torno a lo que pagamos y no pagamos mediante las reclamaciones que se conocen.

“Es importante resaltar que la industria de garantías interviene en muchas obras desde una perspectiva que casi nadie imagina. En el sector, nos sobran las anécdotas en las que juntamos en una misma mesa al contratante y al fiador para que lleguen a un acuerdo y gracias a esa negociación la obra se cristaliza.

“En nuestro negocio la liquidación de la fianza debe ser el último recurso a utilizar; entonces, no debemos perder de vista nuestra misión, la cual estriba en que el dinero de los contribuyentes no se pierda y que con la cristalización del proyecto todas las partes obtengan un beneficio que es colectivo y que aporta crecimiento al país”.

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