Al conducir un automóvil de noche, el riesgo de sufrir un accidente se incrementa cuando se reduce la visibilidad por ausencia de luminosidad. Los peligros visibles con la luz del día, en la oscuridad pueden verse demasiado tarde, ocasionando percances que pueden llegar a ser fatales.
Ante esta situación, Ponle Freno, la iniciativa enfocada en la seguridad vial y la reducción de los accidentes de tráfico, comparte ciertas recomendaciones para aumentar la seguridad en las horas de baja visibilidad.
La primera, es poner atención en las luces para ver y ser visto, pues son importantes para tener un mejor campo de visión. Además, no hay que olvidar encender las de cruce entre la puesta y la salida del sol. Y siempre que no deslumbre al resto de conductores, puede encender las largas, o las luces de largo alcance.
El segundo punto es llevar los faros limpios y sin polvo, sobre todo cuando llueve, porque se manchan de barro o de polvo y esto puede reducir la visibilidad hasta en un 50 por ciento.
Otro aspecto importante es llevar siempre los limpiaparabrisas en buen estado para que su función sea la correcta; en caso contrario pueden provocar reflejos, que aumentan en la oscuridad. Más importante aún es que, en caso de lluvia, estén en perfecto estado.
También hay que evitar que los ocupantes del vehículo enciendan las luces del interior del coche, ya que esto disminuye de forma considerable la visibilidad del conductor; y procurar que el panel de navegación y el cuadro de mandos estén con una luz tenue.
Finalmente, es mejor colocar el espejo retrovisor interior en posición de antideslumbramiento, hágalo antes de que el coche de atrás lo deslumbre. Además, procure tener bien controlados el resto de espejos retrovisores.