Una inversión insuficiente en la atracción de nuevos talentos desde principios de la década de 2000, una aceleración en el número de baby boomers que abandonan la fuerza laboral y la pandemia global de COVID-19 han creado la tormenta perfecta para una crisis de competitividad en la industria de seguros, de acuerdo con una publicación de Gen Re y cuyo autor es Emma Mateson, asegurador de P/C, en Sídney.
Mateson refiere que la escasez de habilidades no es nueva para el sector comercial, pues ha existido una disparidad entre las cualidades y el conocimiento que buscan las empresas y las habilidades que muestran los candidatos desde hace algún tiempo. Sin embargo, para una industria que vive, respira y asesora sobre riesgos, esta disparidad plantea la pregunta de si se está prestando suficiente atención a mitigar el efecto de la escasez mundial de talento.
Resiliencia de la industria será afectada
El hecho de que el conocimiento no se transfiera dentro de las organizaciones está generando un vacío de talento que crea una presión salarial cada vez mayor, como lo muestra una encuesta reciente de ManpowerGroup que encontró que 69 por ciento de los empleadores de Estados Unidos y 54 por ciento de las empresas a nivel mundial informan dificultades para llenar los puestos vacantes.
En tal sentido y desde el punto de vista de la suscripción, se obtiene una valiosa perspectiva técnica y comercial a través de la experiencia práctica en un entorno respaldado. Al canibalizar el grupo de talentos existente sin invertir en la capacitación y el desarrollo adecuados para garantizar una fuente de trabajadores calificados, la resiliencia de la industria podría verse comprometida en última instancia debido a habilidades de suscripción más débiles.
Emma Mateson indica que un movimiento hacia la adopción de la tecnología a través de modelos y soluciones de Inteligencia Artificial no reconoce adecuadamente el papel que juegan la habilidad y la experiencia del suscriptor en la rentabilidad de la cartera. La tecnología, por supuesto, tiene un papel esencial que desempeñar; sin embargo, la mayoría de los profesionales de la industria aprecian la necesidad de lograr un equilibrio entre el “arte” y la “ciencia” de la suscripción.
De ahí que las habilidades cognitivas, incluidos el juicio y la negociación, son cualidades clave del talento de alto rendimiento y garantizan que las plataformas y los modelos digitales se construyan y se alimenten con datos creíbles.
La autora subraya que evaluar el riesgo consiste en comprender los aspectos técnicos de la suscripción, pero es igualmente importante saber cómo negociar comercialmente con corredores, asegurados o suscriptores. “Un sólido sistema de tutoría y apoyo que involucre a colegas que hayan acumulado años de conocimiento práctico es vital para capacitar con éxito a la próxima generación”, señala.