El mercado de inversión reasegurador enfrenta un periodo de prueba sin precedentes. La agencia de calificación crediticia AM Best publicó el informe de segmento de mercado Reaseguro Global: Más Estable y Resultados mejorados después del cambio de Riesgos de Catástrofes Patrimoniales, en el que señala que la volatilidad en los resultados de las reaseguradoras en los últimos años ha sido impulsada no solo por los factores naturales tradicionales como eventos catastróficos, sino también por el crecimiento de los riesgos secundarios, la pandemia y, más recientemente, el conflicto Ucrania-Rusia.
De acuerdo con el reporte, a la mayor actividad de catástrofes naturales en 2017 y 2018 se ha sumado la incertidumbre financiera, económica, social y geopolítica en general, factores que compusieron un punto de inflexión para la actitud de los inversionistas frente al riesgo.
“Aunque el segmento de reaseguro global estaba bien capitalizado, la inestabilidad de los resultados financieros y la incapacidad de la mayoría de los jugadores para cubrir su costo de capital puso el nivel de tolerancia al riesgo de los inversores a prueba”, informó AM Best.
De hecho, la firma internacional destaca que este fenómeno fue más evidente en el mercado de los valores vinculados a seguros (ILS, por sus siglas en inglés), que después de un período de rápida expansión, se estancaron y experimentaron una importante fuga hacia productos más conservadores a la hora de asignar capital.
Otra explicación que el informe proporciona como razón de la falta de apetito en la inversión dentro del mercado reasegurador por riesgos particulares es la incapacidad para cuantificar y determinar precios técnicos confiables en el caso de las catástrofes naturales.
“Aunque durante un período de más de 10 años, la mayoría de las empresas encontró el punto de equilibrio gracias a los resultados técnicos, la mayor frecuencia de eventos en los últimos cinco años y las tendencias climáticas estimadas a largo plazo han ejercido una presión significativa sobre el nivel de la confianza que los usuarios depositan en las herramientas de modelado, un componente clave en el proceso de fijación de precios”.
Sin embargo, históricamente, la falta de disponibilidad de modelos de precios y el nivel de precisión no ha impedido que las reaseguradoras acepten riesgos. No obstante, los modelos están siendo objeto de un nuevo escrutinio debido al aumento en la frecuencia de eventos en los últimos cinco años, generalmente atribuibles a las tendencias climáticas, pero para los cuales los científicos aún no tienen respuestas definitivas, especialmente en términos cuantitativos. Ante ello, el modelado se ha vuelto inexacto y menos aceptado.
Las presiones inflacionarias, el temor de una nueva recesión y la constante incertidumbre mantendrán a los inversionistas del reaseguro con cautela, advierte AM Best, y aunque algunos nuevos jugadores podrían intentar ampliar el mercado, el aumento en las tasas de interés podría limitar su impacto.