Durante la conferencia matutina del día hoy en Palacio Nacional, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Secretaría de Salud, alertó que la expansión del COVID-19 en México es imparable; por esa razón, afirmó: “es inevitable que en el país se decrete la fase 3 de la contingencia sanitaria.
Durante su alocución con medios de comunicación, López-Gatell destacó que la propagación de la enfermedad se ha incrementado de forma inquietante en Italia, España y varios países de Europa; además de Estados Unidos.”La epidemia está creciendo día con día; por consiguiente, la multiplicación de casos es incontenible”, dijo.
López-Gatell indicó que “a pesar de las medidas extremas que ha instrumentado recientemente Europa, los países no lograrán frenar significativamente la propagación del virus. En tal sentido, la forma de abordar la situación habría tenido que ser diferente cuando el número de contagios era pequeño”.
El funcionario federal apuntó que afortunadamente en México “nos empezamos a preparar desde hace tiempo, tal y como lo ha reconocido la Organización Mundial de la Salud (OMS). Fuimos el primer país en reaccionar, que ha podido contemplar con todo detalle la situación y que cuenta con una base técnica y científica para identificar las oportunidades. Una muestra de nuestra versatilidad es la Jornada Nacional de Sana Distancia, una iniciativa que implica la desmovilización masiva de la población y que se extenderá hasta el 19 de abril. En concreto, no esperamos que pare el peligro o disminuya el riesgo”.
Y sentenció: “La fase 3 se dará, indudablemente. Es la fase de máxima transmisión, de mayor cantidad de casos por día y en la que el principal riesgo que se enfrentaría radica en que se sature el Sistema Nacional de Salud, a pesar de la preparación que tenemos, con base en la reorganización de las unidades civiles y el apoyo de las fuerzas armadas a través de los planes DN-III y Plan Marina”.
Por último, López-Gatell detalló que la gran diferencia que existe entre la fase 3 de la contingencia sanitaria y la Jornada Nacional de San Distancia, estriba en que “todo el plan se instaurará enérgicamente, de manera disciplinada; por ello, la mayor cantidad de personas durante estas cuatro semanas no saldrá a la calle y se quedará en casa. Esta apuesta nos permitirá evitar una curva epidémica inmensa, que supere la capacidad de atención. En contraposición, vamos a tener una curva epidémica de menor tamaño, que permitirá atender a las personas enfermas, sobre todo las críticamente enfermas”.