El virus SARS-CoV-2 podría producir diabetes en algunos pacientes infectados y recuperados, ya que se ha comprobado que las personas con trastornos endocrinos pueden experimentar un empeoramiento de su condición, como resultado de sufrir COVID-19, alerta una investigación de la reconocida revista Nature.
Según el estudio difundido por la casa editorial, la COVID-19 es capaz de destruir en el paciente contagiado las células beta, responsables de producir la hormona insulina en el páncreas, y desencadenar la aparición de la diabetes tipo 1.
Para argumentar su indicio, el artículo de Nature describe el caso de un estudiante de 18 años en Alemania, que fue diagnosticado con COVID-19 a mediados de abril. El joven, anota, pensó que había soportado la infección sin efectos colaterales; sin embargo, advierte, días después empezó a sentirse agotado y extremadamente sediento.
“A principios de mayo, le diagnosticaron diabetes tipo 1 y su médico, Tim Hollstein, del Hospital Universitario Schleswig-Holstein de Kiel, sugirió que la aparición repentina podría estar relacionada con la infección viral”, finaliza la investigación de la publicación especializada en ingeniería biomédica.