Las jornadas de trabajo extensas, el enorme nivel de presión, el desgaste que provoca la competitividad organizacional y el precario equilibrio entre la vida personal y profesional están provocando que el estrés laboral se convierta en un factor de riesgo muy peligroso que afecta a la rentabilidad de las empresas, puesto que incide indudablemente en la productividad de sus colaboradores, afirmó Mónica Ham Alvarado, directora adjunta del área de Siniestros y Beneficios para Empleados en AON México.
En entrevista exclusiva con El Asegurador, la directiva de AON apuntó que los desequilibrios emocionales, el insomnio y los episodios de ansiedad se perfilan como los principales factores que provocan el estrés laboral crónico. En tal sentido, aseguró que es vital que las compañías de todos los tamaños y rubros diseñen estrategias que permitan entender y atender esta condición, que ya ha sido declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad.
Ham Alvarado señaló que las empresas con operación en el país deben tomar conciencia acerca de este factor de riesgo psicosocial y sus consecuencias para la vida del empleado y de la empresa. Apuntó asimismo que el estrés laboral ocasiona pérdidas que ascienden a 3.5 por ciento del producto nacional bruto de los países miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). .
Ante esta situación que se vive en el panorama laboral, la directora adjunta del área de Siniestros y Beneficios para Empleados en AON reconoció que en el país ya existen empresas que han puesto en marcha dinámicas para favorecer al activo más importante dentro de las organizaciones: los colaboradores. Es importante recordar que entrará en vigencia en el país desde el mes de octubre de 2019 la Norma Oficial Mexicana (NOM) 035, regulación que obligará a las organizaciones a atender los factores de riesgo psicosociales que llega a padecer el personal, con el fin de que se propicie un entorno organizacional favorable y se proteja la salud mental de los trabajadores.
“En la actualidad hay mucha inquietud respecto al estrés laboral, por lo que las organizaciones tendrán que vigilar el síndrome de desgaste ocupacional, de manera que se puedan implantar estrategias que permitan prevenir el avance de este tipo de afecciones en los espacios corporativos”, explicó Ham Alvarado.
Seguros, en fase de exploración
La especialista en planes de beneficio para empleados recordó que, tal como ocurre con los padecimientos psicológicos y psiquiátricos, el estrés laboral aún no es un trastorno asegurable ni existen coberturas asociadas a este riesgo.
Por lo antes expuesto, Ham Alvarado puntualizó que en el seno de las compañías de seguros el estrés laboral está actualmente en fase de diagnóstico y exploración, de modo que se pueda detectar cómo incide este tipo de condición en la salud de las personas.
“Como industria hemos visto un incremento marcado de casos cardiológicos y neurológicos que guardan una relación incuestionable con la hipertensión y los infartos; sin embargo, todavía no contamos con las pruebas para afirmar que esta tendencia es provocada directamente por el desgaste laboral. Creo que debemos seguir analizando los datos disponibles, y seguramente los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) nos darán más luces para comprender dicha enfermedad”, especificó la directiva de AON.
Ham Alvarado indicó que los integrantes de las áreas financieras y contables de las organizaciones son los más propensos a experimentar episodios de estrés laboral crónico. Al respecto, detalló que este riesgo psicosocial se manifiesta en dos formas: como adicción al trabajo (workalcoholic) y como el síndrome del trabajador quemado, conocido comúnmente como burnout.
“El workalcoholic puede padecer alteraciones cardiacas, presión alta y colesterol en niveles peligrosos; esto es, su afán laboral genera consecuencias muy complejas, tan graves y extremas como derrames cerebrales”, alertó la directiva de AON México.
Hay que atenderlo
De acuerdo con Ham Alvarado, las empresas con operación en el país deben no sólo identificar los factores que generan el estrés laboral, sino también atenderlos con medidas de prevención, de modo que impulsen acciones de control que promuevan un ambiente más apacible para los trabajadores.
“Se tienen que realizar consultas que permitan medir aspectos torales, como el nivel de estrés y el clima laboral existente en la organización; por lo tanto, las encuestas deben estar muy bien enfocadas hacia los planes de beneficio que les brinda la organización a sus colaboradores”, abundó Ham Alvarado.
Desde el punto de vista de la colaboradora de AON México, las empresas en este país deben delimitar cuáles son aquellos factores que inciden en el aumento de estrés entre sus colaboradores. Apuntó que muchas veces lo laboral no es el único detonante de esta condición; por lo tanto, añadió, es imperativo que las organizaciones, dependiendo de su estructura, cuenten con apoyo psicológico, tanto presencial como en línea, para ayudar a disolver los conflictos que genera todo lo referente a la carga de trabajo, la relación jefe-seguidores y hasta la calidad de sueño de los empleados.
Por último, Ham Alvarado detalló que en el marco de la puesta en marcha de la NOM 035, los responsables de las áreas de Recursos Humanos deben mantener la calma ante las penalizaciones que podrían generarse en caso de que los colaboradores tengan signos que denoten alguna alteración de salud.
“Debemos dejar a un lado el pánico que ocasionó la normatividad. Pienso que, en lugar de pensar en las penalizaciones, las organizaciones están obligadas a centrar sus esfuerzos en construir soluciones que otorguen beneficios reales para su masa de colaboradores”, finalizó Ham Alvarado.