De acuerdo con la universidad de investigación UMass Lowell, en Estados Unidos el estrés laboral les cuesta a las compañías más de 300 mil millones de dólares al año, por afectaciones a la salud, ausentismo y disminución de la productividad. Además, se estima que 40 por ciento de la rotación que se presenta en los espacios de trabajo se debe a las condiciones de estrés que también origina los siguientes padecimientos: depresión, presión arterial alta, alteraciones metabólicas, desórdenes músculo esqueléticos y dependencia al alcohol u otras sustancias.
De ahí que la doctora Lina Porras Santana, directora de Salud en 1DOC3, comenta que, cuando los recursos son limitados para afrontar o gestionar debidamente la constante carga de algunas tareas se pueden presentar distintos cambios y procesos que afectan la salud física y mental de algunos trabajadores.
Por ello, en el marco del Día del Trabajo que se celebra cada 1ro. de mayo, la representante de la compañía enfocada en telemedicina señala que es importante identificar aquellos elementos que pueden representar una afectación en la salud, la manera en que esto puede repercutir a nivel individual y las formas de poder prevenirlo a fin de lograr los objetivos de la organización y hacer de los espacios de trabajo, lugares saludables y de crecimiento personal.
En tal sentido, Porras Santana detalló algunas de las principales estrategias para enfrentar las enfermedades causadas por el estrés laboral:
Depresión. En la mayoría de los casos, la depresión se vincula con el síndrome de burnout o agotamiento crónico, afecta la estabilidad personal y familiar; y se refleja en la calidad y desempeño laboral. Las organizaciones deben implementar estrategias que ayuden a prevenir y a hacer frente a dicha condición cuando se ha hecho presente, brindando a los colaboradores herramientas que les permitan y faciliten la manera en que gestionan y hacen frente al estrés laboral, se sientan acompañados y sin la preocupación del estigma o las críticas.
Presión arterial alta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la importancia que puede tener el estrés con relación a las alteraciones cardiovasculares como la hipertensión o presión arterial alta; y resalta que se pueden prevenir si se establecen distintas medidas que propicien un cambio en los hábitos o estilos de vida de los individuos, mediante estrategias que ayuden a hacer frente a los factores de riesgo que las propician, como la obesidad, la inactividad física, las dietas no saludables o el tabaquismo.
Alteraciones metabólicas. Los hábitos alimenticios y sus conductas relacionadas pueden ser seriamente afectados por el estrés laboral, que también puede alterar el apetito y el hambre, afectando en gran medida al metabolismo y generar retraso en la digestión. Asimismo, dichas condiciones pueden ser detonantes de sobrepeso u obesidad.
“El aparato digestivo es un elemento central en donde se sitúan muchas de las reacciones provocadas por el estrés laboral; y un alto porcentaje de los trabajadores puede presentar síntomas asociados, por ejemplo, hiperacidez, úlceras y alteraciones al evacuar. Por ello, el estrés laboral debe mantenerse en constante vigilancia como medida para el control de adecuados hábitos de nutrición”, señala Porras.
Desórdenes músculo esqueléticos. Con el paso de los años, se ha considerado de manera constante que los desórdenes o trastornos músculo esqueléticos, eran causados principalmente por factores físicos, sin embargo, en la actualidad, existe evidencia de que los factores de riesgo psicosociales también se relacionan de manera importante a la presencia de molestias como dolores de espalda, nuca, cuello o en la zona de hombros.
Tomar medidas como el cambio postural, pausas frecuentes, crear ambientes confortables y momentos y espacios en donde puedan realizarse estrategias de relajación es fundamental para hacer frente a este tipo de desórdenes. El papel de las empresas en la atención de estas condiciones es fundamental, desde la identificación de los riesgos tanto físicos como psicológicos y el de aprovechar los recursos actuales para beneficiar a los colaboradores y brindarles un mayor bienestar y garantizar una buena salud.
Dependencia al alcohol u otras sustancias. Actualmente se sabe que, las actividades laborales rutinarias y monótonas, la insatisfacción laboral, largas jornadas y poco descanso, pueden ser condiciones de peso para el consumo de sustancias como el alcohol. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los trabajadores que consumen alcohol u otras drogas pueden presentar un absentismo laboral de dos a tres veces mayor que el resto de ellos. Asimismo, se identifica que de 20 a 25 por ciento de los accidentes laborales ocurre en trabajadores que se encuentran bajo los efectos del alcohol u otras drogas. El consumo de sustancias se traduce en un efecto negativo en la productividad, absentismo, problemas como desajustes o incapacidades laborales, así como también, rotación de personal, bajo rendimiento y mala calidad del trabajo.
“Existe en las empresas la necesidad de prestar atención al estrés laboral y aquello que lo detona ya que éste no solamente se ve reflejado por un cansancio o agotamiento constante, sino que también se traduce en distintas enfermedades que, con el paso del tiempo, pueden comprometer en gran medida la salud de los colaboradores”, concluyó Porras Santana.