Debido a la emocionante perspectiva de los avances en la medicina y el cuidado de la salud, se espera que la esperanza de vida media mundial alcance nuevos hitos en las próximas décadas. Sin embargo, los factores del estilo de vida, particularmente el aumento de las tasas de obesidad y diabetes debido a una dieta deficiente y al comportamiento sedentario, podrían poner en riesgo las ganancias futuras.
Ésa es la conclusión a la que llega Swiss Re en su documento El futuro en la esperanza de vida, en el cual añade que la longevidad humana es una de las grandes historias de éxito del siglo pasado, y con base en las perspectivas arriba descritas proyectan que habrá un amplio consenso de que hay más ganancias por venir.
Para Swiss Re, las previsiones de mejora de la esperanza de vida respaldan las líneas de negocio de mortalidad a largo plazo y de longevidad de la industria de seguros. Al generar pronósticos a largo plazo, definidos como más allá de 20 años, se considera que una visión holística de los factores que influyen en la mortalidad se aplica como un mejor predictor que los datos históricos solos.
De acuerdo con lo asentado por Swiss Re, el enfoque del estudio combina análisis de tendencias pasadas con una visión prospectiva de la medicina, y resalta que la esperanza de vida generalmente mejora en oleadas en la medida en que las innovaciones en medicina, atención médica y los estilos de vida recorren los países en diferentes momentos y ritmos.
La última ola de gran mejora en la esperanza de vida, impulsada principalmente por el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares (ECV) y el abandono del hábito tabáquico, terminó alrededor de 2010. Desde entonces, el progreso de la mortalidad de la población se ha desacelerado o estancado en muchos mercados avanzados, apunta el documento.
Por lo anterior, Swiss Re señala que identificar los factores que pueden producir la siguiente ola de mejora de la esperanza de vida es importante para las aseguradoras, ya que ello servirá para apoyar el establecimiento de supuestos, tanto para la fijación de precios como para la valoración y la gestión de riesgos.
En uno de sus apartados, el estudio identifica que es probable que el mayor efecto positivo provenga del diagnóstico avanzado del cáncer y de la evolución de los tratamientos desde la línea de la medicina genérica a la personalizada, de precisión. A medida que las sociedades envejecen, se espera que las enfermedades neurodegenerativas y del envejecimiento se vuelvan incrementalmente una causa más importante de muerte.
Soluciones médicas para el Alzheimer
Es probable que la enfermedad y la demencia sean esenciales para lograr una mortalidad sostenida, ya que la mayoría de las terapias actuales normalmente ofrecen sólo alivio sintomático. Asimismo, las innovaciones en los medicamentos y la cirugía para la pérdida de peso también pueden ofrecer algunos beneficios emergentes.
Con base en la experiencia de Swiss Re en la reciente pandemia de covid, la fuente sugiere que las aseguradoras deben continuar monitoreando los riesgos emergentes. Las amenazas futuras podrían provenir de riesgos conocidos, como el cambio climático, o bien de una enfermedad o desarrollo aún desconocido.
No debemos olvidar que el entorno actual es de elevada incertidumbre y extremos conectados. Si bien vemos muchas razones para ser optimistas sobre ganancias de mortalidad a largo plazo, la gestión de riesgos y el reaseguro como parte de ella pueden desempeñar un papel clave para ayudar a las aseguradoras a navegar con seguridad en la volatilidad.