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- La necesidad de mecanismos para atender la demanda de servicios médicos está in crescendo, mientras que las fuentes sociales y económicas de financiamiento se debilitan
- La experiencia confirma que persisten prácticas perniciosas, vicios y fallas operativas, que impactan negativamente en el proceso de negocio del seguro de Gastos Médicos
- El requerimiento de capital de solvencia no constituye un factor determinante para considerar inviable el ramo, pero es impostergable realizar un análisis profundo del desempeño del ramo
Por: Crisóforo Suárez
crisoforo3@gmail.com
El sector asegurador se ha trazado tres grandes objetivos estratégicos cuya relevancia y pertinencia pueden perfectamente ser un punto de partida saludable para un esquema elemental de objetivos al interior de las compañías aseguradoras: objetivos de crecimiento, de rentabilidad y de solvencia. Estos tres objetivos configuran, también, una perspectiva de estudio de la viabilidad de un producto de seguros, incluso de una línea de negocio como el seguro de Gastos Médicos. Bastaría con valorar sus perspectivas de crecimiento, su rentabilidad alcanzable y el consumo de capital que representa, para pronunciarse sobre la viabilidad de dicho ramo.
Los crecientes costos de nuevos procedimientos y tratamientos médicos; el surgimiento de nuevos, más agresivos y más resistentes agentes patógenos producto de la contaminación de nuestro medio ambiente; el uso de químicos en la producción de alimentos; entre otros argumentos igualmente sólidos; explican el riesgo que amenaza la estabilidad económica de las familias, y fácilmente puede ocasionar una catástrofe financiera nacional, si la demanda agregada de servicios médicos supera la oferta de los mismos o los hace incosteables. Por lo tanto, resulta innecesaria una discusión mayor sobre la existencia o magnitud de la necesidad de innovar o, al menos, mantener los mecanismos de solución existentes como el seguro de Gastos Médicos, que constituye el vehículo que el sector ha desarrollado para contribuir al equilibrio macroeconómico y complementar una estrategia nacional de salud.
La estructura poblacional proyectada por el Consejo Nacional de Población muestra, para el año 2050, un cambio radical en contraste con la estructura de 2017. La evolución hacia la estructura proyectada constituye un riesgo creciente de aumento de la demanda de servicios médicos en estratos de población vulnerable mientras que observamos una tendencia decreciente de población económicamente activa que genera los recursos para el financiamiento de un sistema nacional de salud que atienda la demanda de servicios médicos en aumento paulatino. En términos técnicos constituye la convergencia de dos tendencias desfavorables que pintan un panorama desolador en términos sociales y económicos; la necesidad de mecanismos para atender la demanda de servicios médicos está in crescendo, mientras que las fuentes sociales y económicas de financiamiento se debilitan.
Conforme a la naturaleza de cualquier seguro, el de Gastos Médicos reparte los costos de los servicios médicos a través de la prima y mitiga el impacto financiero en la economía de las familias afectadas por el padecimiento grave de alguno de sus miembros. Este mecanismo ha probado suficientemente su utilidad social y económica, pero, para que el ramo crezca, es recomendable un ejercicio de autocrítica.
El sector debe reconocer la necesidad de revisar las estrategias de mercadeo y de comunicación de los beneficios del seguro que ha usado, y explorar nuevas para lograr el convencimiento de la población consumidora potencial del seguro; igualmente, reconocer que se requiere innovar en productos claros que superen las debilidades observadas en otros y cubran las necesidades emergentes de sus clientes potenciales.
La tendencia en la estructura poblacional nos muestra crudamente que en 2050 la población demandante de servicios médicos en etapa económicamente menos productiva proviene mayoritariamente de aquella económicamente activa en 2017, lo que, es evidente, constituye una oportunidad para productos en Gastos Médicos con el comportamiento tradicional de los seguros de vida de largo plazo; seguros por los cuales los contratantes no solo paguen el riesgo del año, sino que también aporten recursos de ahorro para su riesgo futuro que naturalmente será mayor.
La oportunidad se identifica con facilidad, pero constituye un reto técnico actuarial de alto impacto que es indispensable superar. Las compañías que logren superar adecuadamente ese reto estarán más cerca de cumplir y hasta de superar sus metas de crecimiento, y sobrevivir en el intento.
El seguro de Gastos Médicos -como mecanismo con el que el sector asegurador privado contribuye al bienestar de la sociedad- descansa en su naturaleza de negocio, cuyo incentivo inherente es un nivel razonable de rentabilidad. Los márgenes sectoriales históricos del seguro de Gastos Médicos han sido realmente pobres, incluso el cociente del resultado de operación (RO) sobre la prima devengada retenida (PDR) resulta negativo desde 2013 hasta 2017.
El comportamiento de dicho indicador motiva, inevitablemente, hacer un alto en el camino para efectuar una exhaustiva evaluación y una eventual toma de decisiones sobre participar o no en un negocio que no retribuye competitivamente al accionista que arriesga su capital para financiar su operación.
Aún bajo una revisión superficial de los posibles factores que reducen la rentabilidad, salta a la vista una fijación inadecuada de tarifas para financiar los costos de los servicios médicos que regularmente terminan desbordándose por la vía de la frecuencia o por la vía de la magnitud de los siniestros, lo que demanda metodologías actuariales y herramientas de análisis de información más eficientes para determinar las tarifas en concordancia con la verdadera magnitud del riesgo cubierto. Adicionalmente, es pertinente mejorar la comunicación del costo real de la cobertura y cuidar el apego a las condiciones de la cobertura al determinar el monto a pagar por el siniestro. Esto, sin duda, ayudará a minimizar la frustración del reclamante y el desbordamiento de la siniestralidad.
Por otro lado, la experiencia nos ha mostrado que persisten prácticas perniciosas, vicios y fallas operativas, que constituyen debilidades en todo el proceso de negocio del seguro de Gastos Médicos que, a su vez, facilitan la comisión de errores, abusos o hasta fraudes.
Me parece que este aspecto del negocio constituye el eslabón más débil de la cadena productiva de esta línea de negocio que incide gravemente en los niveles de rentabilidad a un grado tal, que motiva cuestionamientos sobre su viabilidad.
Es indispensable, por lo tanto, la implementación de mecanismos efectivos de control que mitiguen el riesgo operativo en todas sus categorías; tecnológico, legal, reputacional y de procesos que prevengan, detecten y corrijan con oportunidad fallas o fraudes en todo el proceso de negocio. Seguramente, cualquier avance en esta estrategia impactará directamente en una mejora del nivel de rentabilidad.
Frecuentemente al seguro de Gastos Médicos se le concibe como de alta frecuencia y baja severidad, y, por lo tanto, se puede contar con grandes volúmenes de información estadística de siniestros cuya distribución de montos, sin estar acotados a un valor determinado como en el seguro de Automóviles, que presenta escasos casos catastróficos de tal manera que las pérdidas esperadas presentan bajos niveles de dispersión, mayoritariamente proveniente de las debilidades operativas de la cadena productiva. A una mayor dispersión de la siniestralidad corresponderá un mayor requerimiento de capital de solvencia.
Por otra parte, la proporción de capital de solvencia marginal requerido (RCSM) sobre el mejor estimador de reservas (MER) puede darnos una idea razonable del nivel de capital que el ramo demanda. El cuadro que acompaña a este artículo presenta una estimación trimestral sectorial de dicha proporción desde marzo del 2016 hasta diciembre de 2017 y muestra que dicho indicador está ligeramente por arriba del de A utomóviles, aunque inferior al de Vida y mucho muy por debajo del de Incendio.
En resumidas cuentas, no considero que el requerimiento de capital de solvencia constituya un factor determinante para considerar inviable el ramo.
La implementación de controles efectivos contribuye a eliminar o, al menos a reducir ,el riesgo operativo con lo cual es de esperar montos de siniestralidades menores y predicciones más precisas de sus desviaciones; luego entonces, y como se ha explicado antes, los controles aplicados sistemáticamente a través del tiempo terminarán por contribuir a una reducción del capital de solvencia requerido.
Está claro que la situación que atraviesa el seguro de Gastos Médicos atraviesa a las compañías de seguros a cuestionarse si continúan participando él o no; sin embargo, como todo negocio, y particularmente en el sector asegurador, conviene evaluar si hay mercado potencial, si las estrategias para llegar a él son o no eficientes, si es factible obtener márgenes de utilidad competitivos que atraigan recursos de los inversionistas y si el riesgo que se asume demanda un monto accesible de recursos de capital tal que permitan obtener la rentabilidad esperada por cada peso de capital en riesgo invertido.
Pero como hemos visto, la principal área de oportunidad la constituye la rentabilidad del ramo cuyo sistema de gestión demanda urgentes mejoras en todas sus etapas. Es impostergable un análisis más profundo del desempeño del ramo y sus perspectivas que permita al sector una adecuada toma de decisiones, pero que también permita identificar alternativas para que siga contribuyendo al bienestar de la sociedad y a la mitigación del riesgo de un colapso macroeconómico.