La economía mundial recuperó la resiliencia macroeconómica en 2021, pero el entorno sigue siendo frágil, señala Swiss Re Institute en su nuevo índice de resiliencia Sigma, en el que agrega que en 2021 la economía global se benefició de un repunte cíclico de la crisis del COVID-19, lo que resultó en una mayor capacidad para responder y recuperarse rápidamente de una crisis.
Sin embargo, el impacto total de la desaceleración del crecimiento, la alta inflación y las tensiones geopolíticas globales en 2022 pueden desviar la recuperación de la resiliencia.
Según la fuente, la resiliencia global de los seguros también mejoró en 2021 gracias al fuerte crecimiento de los seguros respaldado por una mayor conciencia de los riesgos entre los clientes y el gasto en salud relacionado con la pandemia de los gobiernos. No obstante, la resiliencia de los seguros no se ha recuperado a los niveles anteriores a COVID-19 o anteriores a la crisis financiera mundial.
Swiss Re Institute considera que la brecha mundial de protección de seguros para riesgos de salud, mortalidad y catástrofes naturales combinados alcanzó un nuevo máximo de 1.42 billones de dólares en 2021 y se espera que el entorno inflacionario actual amplíe aún más la brecha este año.
A pesar de un fuerte pronóstico de crecimiento de las primas de seguros nominales, la firma espera que la resiliencia de los seguros se debilite en 2022 debido a la reducción de los beneficios del gobierno y la disminución de los valores de los activos.
Al respecto, Jerome Haegeli, economista jefe del grupo de Swiss Re afirmó: “La recuperación cíclica tanto de la resiliencia macroeconómica como de los seguros en 2021 no puede ocultar el hecho de que se necesitan reformas estructurales profundas para impulsar el crecimiento a largo plazo. El shock inflacionario actual y la crisis del costo de vida afectará a los hogares de ingresos más bajos y solo ampliará las brechas de protección este año”.
Para garantizar una mayor resiliencia y apoyar la estabilidad económica a largo plazo, es necesario fortalecer parámetros estructurales como la infraestructura y el capital humano y reducir la desigualdad. La industria juega un papel importante en alejar los riesgos financieros de las personas y, en última instancia, aumentar su capacidad de recuperación, concluyó el ejecutivo de Swiss Re.