En México hay 5,541,076 negocios de todos los tamaños y giros, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); sin embargo, sólo 18 por ciento tiene la protección de un seguro, según estima la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS)
En un contexto en el que, según expertos, 40 por ciento del territorio mexicano está expuesto a un riesgo ya sea sismos, sequías, inundaciones, incendios o huracanes., el Banco Mundial expone que 68.2 por ciento de la población y 71 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) son proclives a sufrir los efectos de las catástrofes relacionadas con la naturaleza.
Por ello resulta relevante que las empresas consideren la protección de un seguro. “Tener una póliza de seguro es una protección para los bienes muebles e inmuebles de la empresa ante una pérdida económica derivada de los daños causados por eventos derivados de la naturaleza, como los sismos. Así, en caso de que ocurra, las empresas podrán contar con recursos destinados a la recuperación de la pérdida”, expone Alicia Martínez, subdirectora de Autos, Daños y Fianzas en Eikos, grupo asesor de administración de riesgos.
Y es que, México se encuentra en una zona de alta sismicidad, debido a la interacción de cinco placas tectónicas: la de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la placa del Caribe, así lo informa Servicio Sismológico Nacional (SSN).
“Generalmente se piensa que el seguro es caro pero su costo va relativamente en función de los valores asegurados y la zona de riesgo, debido a que se considera el factor de la zona sísmica. Sin embargo, en caso de una catástrofe como lo es un sismo, se puede obtener una indemnización que permita reparar, de manera más rápida, las pérdidas provocadas”, comentó la representante de Eikos.