Las mujeres embarazadas y los recién nacidos se perfilan como una de las poblaciones más vulnerables ante la aceleración que actualmente acusa la COVID-19 en muchos países, lo que ha provocado no solo cierres y medidas de confinamiento estrictas, sino también centros de salud abrumados con poca respuesta, escasez de suministros y equipos, así como la falta de parteras calificadas como trabajadores de salud, afirmó Henrietta Ford, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Ford alertó que aunque no existe evidencia que confirme que las mujeres embarazadas se vean afectadas por la COVID-19, los países deben acondicionar sus plataformas sanitarias para que este segmento poblacional tenga acceso a servicios prenatales, de parto y posnatales. Señaló asimismo que los recién nacidos enfermos de alguna otra patología o infectados del SARS-CoV-2 necesitan recibir servicios de emergencia, ya que corren un alto riesgo de muerte.
“Millones de madres en todo el mundo se embarcaron en un viaje de paternidad en el mundo tal como era. Ahora, deben prepararse para traer una vida al mundo tal como se ha convertido. Se trata, en suma, de un mundo en el que las mujeres embarazadas tienen miedo de ir a los centros de salud por el peligro de infectarse de COVID-19”, explicó la directiva de Unicef.
De acuerdo con estadísticas de la organización, cerca de 116 millones de niños nacerán bajo la sombra de la pandemia de COVID-19; por esa razón, Ford exhortó a los gobiernos a mantener servicios de salud de calidad que permitan salvar la vida de mujeres embarazadas y recién nacidos.
Por último, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia detalló que es vital que los trabajadores del sector salud cuenten con equipo de protección personal adecuada, todo ello con el objetivo de que puedan llevar a cabo sus labores con calidad y, más importante aún, logren salvar la vida de las mujeres en gestación y neonatos.
“No olvidemos que antes de la pandemia de COVID-19, aproximadamente 2.8 millones de mujeres embarazadas y recién nacidos murieron cada año, principalmente por causas prevenibles”, cerró Ford.