Uno de los instintos fundamentales que tiene el cerebro para sentirse seguro es el sentido de pertenencia. A todos nos gusta sentirnos parte de un grupo, aceptados y queridos. Está en nuestra propia naturaleza. El problema es que esto se aprovecha en ocasiones durante las campañas políticas para hacer que la gente se quiera unir a la “causa” de determinado grupo o candidato.
¿Cómo se aprovecha el conocimiento de la mente humana en las elecciones?
- La emoción supera a la razón. Mediante discursos que enajenan a las masas con temas como “rescate”, “justicia”, “obtener lo que nunca has recibido”, perfectamente articulados, acompañados de cánticos, música y una serie de “rituales”, se logra “enganchar” a los grupos más vulnerables.
- La manada. Cuando empiezas a notar que un gran número de personas se siente fuertemente “convencido” de la conveniencia de un candidato y se despierta la pasión por seguirlo, es más probable que tú, inconscientemente, empieces a “imitar a tu grupo”, en ocasiones sin siquiera cuestionar las propuestas del candidato.
- El cerebro quiere placer; por eso acepta aquello que lo hace sentir bien. ¿A quién no le gusta escuchar que va a recibir mayores apoyos económicos y que se van a resolver todos sus problemas sin algún esfuerzo “adicional”? Como son aspectos que al cerebro le producen “placer”, porque le eliminan “preocupaciones y esfuerzos”, una persona “vulnerable” puede aceptar gustosa ese tipo de argumentos, sin poner en entredicho siquiera su validez.
- Escuchamos con el cerebro, no con los oídos. Cuando estamos convencidos de algo y tenemos fe “ciega” en determinado candidato, podemos llegar a bloquear o a demeritar cualquier información que sea contraria a lo que creemos, y la tomamos como un “ataque deliberado” de algún medio o grupo hacia nuestro postulante.
Además de esto, hoy en las redes sociales podemos percibir cómo una misma situación o realidad se presenta de diferentes formas. Está claro que hay “equipos y tecnologías” encargados de falsear, desvirtuar o manipular los datos, comentar las noticias y provocar tendencias que desvirtúan los hechos y condicionan las opiniones de las personas, al presentar la verdad que a ellos les interesa comunicar. Y esto ocurre tanto en redes sociales como en medios masivos de comunicación.
Toma conciencia de la importancia de tu decisión, analiza muy bien la información y, sobre todo, busca escuchar a los candidatos en entrevistas completas, no seccionadas; desconfía de las redes sociales y de los medios, utiliza tu propio criterio, olvídate de las encuestas y de los comentarios de las demás personas y toma tu mejor decisión de manera autónoma.
¡Que nadie te manipule!