“Hago una exhortación para que todos, por medio de nuestras redes sociales y en cualquier campo, seamos catalizadores de un cambio más allá de nuestras comunidades. Cada uno de nosotros, desde nuestras diferentes funciones, podemos ser agentes del cambio para crear un mundo más resiliente y más sostenible”, afirmó Mami Mizutori al impartir la conferencia magistral Coherencia en las agendas globales, una oportunidad para la sostenibilidad empresarial, en el auditorio HIR del World Trade Center (WTC).
En el marco de la primera edición del Foro Regional Arise. Resiliencia para todos: la importancia de comprender el riesgo, la representante especial del secretario de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres y jefa de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Undrr, según las siglas inglesas) destacó en su mensaje que esta tribuna representa una oportunidad excelente para conocer las ricas experiencias de las empresas y redes ahí presentes, ya que la intensa actividad de las organizaciones demuestra el potencial que el sector privado puede desarrollar para la construcción de la resiliencia.
Mizutori hizo hincapié en que una visión y una planificación a largo plazo son esenciales tanto para incorporar la sostenibilidad en los mercados financieros como para incluir a éstos en la planificación estratégica.
En este sentido, Mizutori indicó que las alianzas público-privadas tienen un papel central: “Solo podemos reducir las pérdidas económicas si los sectores público y privado trabajan mancomunadamente fomentando la resiliencia de los países frente a los desastres”, exhortó.
“Estas alianzas son esenciales, pues los desastres están aumentando en intensidad y frecuencia y el mayor peso de las pérdidas económicas recae en el sector privado. Así, se puede afirmar que Latinoamérica y El Caribe han absorbido 53 por ciento de las pérdidas por desastres naturales en los últimos 20 años”, indicó Mizutori.
“Por ello, este foro representa una oportunidad excelente para que las empresas y redes que participan compartan experiencias enriquecedoras y demuestren la capacidad del sector privado para crear resiliencia”, dijo la representante de Undrr.
Mizutori señaló en su intervención que en los últimos 20 años la región de las Américas y El Caribe ha reportado 53 por ciento de las pérdidas económicas mundiales causadas por desastres relacionados con el clima, e insistió en que las alianzas entre el sector privado y el público tienen un efecto clave en la reducción de las pérdidas económicas; por eso es importante que trabajen juntos para reducir el riesgo de desastres.
“Las Américas y El Caribe es una de las regiones más expuestas a los desastres, y esto lo hemos observado durante décadas, en particular durante los últimos 20 años, tiempo durante el cual se ha intensificado el monitoreo del trastorno en los patrones climáticos a escala mundial. Primero diré que el número de desastres se ha duplicado y que 90 por ciento de ellos se debe al cambio climático, de una forma u otra”, dijo.
Mizutori prosiguió así con su explicación: “Por lo tanto, nos enfrentamos a una situación en la que la intensidad y la frecuencia de los desastres se están convirtiendo en la principal preocupación de nuestra vida. En América Latina esto ya es la norma. Un ejemplo reciente es el huracán Dorian que azotó Las Bahamas. Otro caso fueron los huracanes que arrasaron El Caribe en 2017 y la gran erupción de un volcán en Guatemala; pero hay muchos otros microdesastres de los que nunca han oído hablar: pequeños desastres, desastres medianos que vienen aparejados con la frecuencia y la intensidad de los mayores pero que, a diferencia de éstos, no se transmiten en los medios masivos; sin embargo, igualmente se llevan vidas y viviendas. Por lo tanto, debo decir que estamos entrando en una normalidad nueva en el mundo, y especialmente en América Latina”.
La representante de la ONU dijo que las experiencias presentadas en el Foro Regional Arise han mostrado que las empresas están tomando conciencia de un entorno de riesgos crecientes y que entienden que su sostenibilidad debe generar resiliencia, no solo para ellas mismas, sino para su entorno en general.
Por ello, Mizutori dijo que la década que viene debe ser un periodo decisivo de acción en el que habrán de tomarse medidas que apoyen el desarrollo sostenible y resiliente, dado que las experiencias presentadas nos han mostrado que el panorama climático global a futuro es más que ominoso.
La representante de Naciones Unidas añadió que hay cuatro prioridades en todo este proceso: entender cuál es la naturaleza del riesgo que se está enfrentando; fortalecer a los gobiernos; elaborar urgentemente normas y reglamentos que tomen en cuenta la nueva coyuntura generada por los desastres; y, por último, invertir en la creación de resiliencia en las sociedades.
“Por ejemplo, si estamos invirtiendo en infraestructura, debemos tener en cuenta el riesgo al que se va a enfrentar dicha infraestructura, ya sea riesgo climático o de desastres. Y, además, cuando llega un desastre, tenemos necesariamente que reconstruir mejor”, completó.
“Así que lo que estamos haciendo en la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres es apoyar realmente a los países a fin de que puedan armonizar sus estrategias nacionales contra los desastres con estas cuatro prioridades para que tengan éxito en la mitigación del riesgo de desastres y dejen de crear nuevos riesgos”, indicó Mizutori.
Mizutori también se refirió a las acciones de su organismo, en particular a las destinadas a hacer frente a la amplificación de los desastres. Detalló que existe un acuerdo internacional llamado Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres, que se acordó en el año 2015. “Éste es el modelo de lo que los Estados miembros de las Naciones Unidas deben hacer a partir de ahora y hasta el año 2030 para aumentar la resiliencia frente a estos desastres”.
En otra parte de su alocución, Mami Mizutori dijo que las experiencias presentadas han mostrado esa toma de conciencia por parte de las empresas respecto a un entorno de riesgos crecientes. De ahí que iniciativas como el Foro Regional Arise sirvan de puente intersectorial que facilite oportunidades para sus negocios y contribuya a forjar un desarrollo sostenible y resiliente para todos.
“Este foro es un ejemplo de conciencia empresarial, una oportunidad de llevar iniciativas y alianzas a un nivel más profundo, materializando esfuerzos con la participación de todos los sectores comprometidos con un cambio”, elogió Mizutori.
Para finalizar, y en presencia de Raúl Salazar, Roberto Calvet, Ingrid Cerwinka, Brooks Nelson y Pablo Rojas, Mami Mizutori exhortó a todos a ser partícipes del cambio, a ser agentes de una transformación social que funde un mundo más sostenible y resiliente.