Search
Close this search box.

El reto de estar bien como agente de seguros

Charlemos seguros

El asegurador

En la profesión de agente de seguros, cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, todo fluye, y no hay dudas de que nacimos para desempeñar dicho oficio; sin embargo, al enfrentar episodios de dificultad e incertidumbre en la actividad, hasta el proceso más sencillo se observa  como un objetivo inalcanzable. 

La expansión de la COVID-19 es una coyuntura que nos tomó por sorpresa a todos. La reacción fue el estándar que creó un momento de conmoción como el desatado por la crisis epidemiológica. En este punto  hubo agentes de seguros que decidieron esperar a que todo retornara al nivel previo a la pandemia. En contraposición, otros asesores eligieron el camino de la reinvención profesional y emocional, considerando que en dicha actividad  lo sensorial desempeña un rol crucial.

Abrazar el cambio por supuesto que no es una elección sencilla. Ahora bien, aquellos agentes de seguros que decidieron caminar sobre este sendero encontraron en la actitud positiva el revulsivo para sobreponerse al mayúsculo desafío. Por lo tanto, mediante la asesoría integral, los profesionales de la intermediación se convirtieron en el mejor consejero de quienes buscaban por todos los frentes contratar un esquema de protección que brindara tranquilidad emocional y económica, en medio de un mundo convulsionado por la COVID-19, que de forma paralela resaltó las enormes áreas de oportunidad que enfrenta México en materia de previsión financiera.

A pesar de que durante los últimos años nuestro país ha dado pasos firmes en lo que se refiere a reducir la brecha de protección, la contingencia sanitaria desatada por la COVID-19 sacó a la luz, lastimosamente, que un considerable porcentaje de personas en México no cuenta con una póliza de Gastos Médicos Mayores, sin perder de vista que desnudó que muchos de los que sí reciben los beneficios de   este virtuoso instrumento lo poseen como parte de sus prestaciones laborales. Por ello, las sumas aseguradas en su mayoría son limitadas, y ante un siniestro que requiere atención hospitalaria  resultan insuficientes.

En el seguro de Vida, el panorama fue similar. Tristemente, la cepa vírica evidenció que las personas que murieron a causa del patógeno y que contaban con esta clase de póliza no gozaban de una suma asegurada adecuada ni  consideraron la contratación de un plan de protección con componente de ahorro.

El desalentador contexto enseñó a los agentes de seguros que la cercanía es un componente vital en dicha actividad, visto que ayuda a la cartera a comprender de primera mano las características de la póliza contratada y a su vez les permite saber qué hacer en caso de enfrentar un siniestro. Además, abrazar dicho factor desempeña un rol vital en lo que se refiere a incrementar el nivel de lealtad de los clientes, quienes también vivieron con el mundo de cabeza, derivado de la diseminación de la COVID-19 y sus innumerables efectos colaterales.

El compromiso que sellamos como agentes de seguros cuando alguien nos compra una póliza va más allá de administrar un riesgo. Se trata  de una responsabilidad que empieza con la asesoría adecuada para que el prospecto tome una decisión informada.

Es innegable que la COVID-19 orilló a los responsables de intermediar productos y servicios asociados a la administración de riesgos a revisar sus procesos operativos y comerciales, maniobra obligatoria   si se pretende que los asesores sigan siendo una figura insustituible en la retadora pero necesaria misión de contribuir a  la colocación de seguros en México.

Es indudable   que los retos que enfrentan los agentes de seguros son mayúsculos. Aún no se puede  saber cuándo culminará la pandemia de COVID-19. No obstante, es imperativo que en medio de esta difícil encrucijada que hoy sacude a gobiernos, empresas y personas  los asesores se esfuercen por sentirse bien, postura que les permitirá reponerse de  cualquier tipo de escollo y superar sus miedos más arraigados.

El desafío de la reinvención y la adaptación es grande para los agentes de seguros. Ahora bien, el compromiso asumido por los asesores con los clientes y prospectos es mucho mayor. Entonces, es indispensable no olvidar el valor de la profesión y abrazar la resiliencia como escudo para afrontar cualquier situación que se presente, por más adversa que sea.No caben dudas de que los agentes de seguros superaremos esta difícil prueba y saldremos adelante. Es decisivo que tengamos muy presente la gran labor social que desempeñamos. Por ello, es necesario    que realicemos nuestro trabajo con pasión y compromiso, combinación que nos permitirá seguir siendo un respaldo para el país y la población, que tanto nos necesitan en estos momentos. En conclusión, no olvidemos hacer lo que toca  cuando sea necesario.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

Califica este artículo

Calificación promedio 0 / 5. Totales 0

Se él primero en calificar este artículo