- VISIÓN EMPRESARIAL
Por: Miguel Ángel Arcique Carlderón / @arcique / www.capacitacionespecializada.com
Bienaventurado el que tiene talento y dinero, porque empleará bien este último.
Menandro de Atenas (342-292 a. de C.), dramaturgo griego.
De los cientos de agentes de seguros que he tenido el gusto de atender y a los que he servido en mis 25 años en el rol de asesor especializado (coach) empresarial para su desarrollo -más los que conozco por conferencias, comidas, eventos y demás-, puedo afirmar que, de los que han hecho una pausa o detenido el proceso de crecimiento empresarial, en 99 por ciento se debe a que no quieren dejar de controlar el dinero de sus ingresos y gastos; mucho menos delegarlo, y, por supuesto, menos transparentarlo (por transparentarlo no me refiero a gritar cuánto ganan, sino a que empresarialmente tengan políticas de Gobierno Corporativo en un sentido legal y financiero).
Cuando en la tercera sesión llegamos al aspecto financiero de su negocio, se propone el uso de una herramienta de control de ingresos y egresos tipo flujo de efectivo para poder llegar después a muchas cosas interesantes, como la valuación de su negocio, la delegación de la tesorería (que tanto tiempo quita), el desarrollo de un presupuesto anual, el mejor manejo del flujo de efectivo, préstamos, fondos de previsión, seguros, etcétera.
Y, paradójicamente, nos encontramos con que muchos de los “asesores financieros especializados en seguros” no quieren darse cuenta de sus realidades económicas, y es muy curioso ver que personas que conocí hace 20 o 30 años y han tenido un desarrollo económico notable carecen de los más mínimos controles financieros y, sobre todo, de la mentalidad empresarial para el manejo del dinero.
Como dice el título de esta colaboración, muchos empiezan a gastar sus recursos de inmediato en artículos vanos y no invierten en su estructura empresarial: prefieren comprar casas y terrenos, a invertir en su oficina, capacitar a su personal o hacerse de tecnología, sistemas y marketing. Una pena, en efecto.
CONTROLAR EL DINERO, NO A LA PERSONA
Algo que frecuentemente se argumenta por parte de estos agentes es que no desean que nadie sepa en qué gastan o cuánto ganan porque no van a perder el control de sus recursos; otros dicen que Hacienda los va a molestar, y algunos más alegan que no desean que su familia, ni siquiera su pareja, sepan cuánto ganan.
El crecimiento empresarial necesariamente dejará claras las cantidades que se pretenden ocultar o simular, estrategias fiscales mal diseñadas o francamente fraudulentas y muchas otras cosas que con el dinero se han hecho; o, tristemente, como también lo he visto, al fallecer el agente es cuando se empieza a hablar de cuánto ganaba el difunto.
Pensar así es poco útil y poco inteligente, ya que si hay transparencia en la empresa, se pueden delegar muchas cosas que quitan tiempo. ¿Se imaginan a un director que tiene ingresos de más de un millón de pesos al mes haciendo las transferencias de la nómina de sus empleados, pagando la luz, el agua y los impuestos desde su computadora personal en las noches desde su casa?
¡Pues yo conozco a gente así!
También conozco agentes que rentan sus oficinas (sin que esto sea una estrategia empresarial), y las tienen en un aspecto muy deplorable y con mobiliario y equipo muy básico, sin tecnología de punta, sin capacitación a su personal, pero que son dueños de más de dos casas, terrenos y conducen autos nuevos de marcas premium. Esto es lo que se conoce como empresa pobre y empresario rico.
Por último, en este sentido imaginen a alguien con ingresos como agente persona física de más de medio millón al mes que duda de convertirse en agente persona moral -porque “su contador dice qué para que le mueve”-, e invertir en el proceso de conversión se le hace caro, cuando lo ves pagar cuentas de restaurante de casi la misma cantidad que lo que cuesta el proceso.
Así he visto cosas, y no solo en mis cercanías, sino en todo el sector.
Vuelvo a afirmar aquí: de los 27,000 agentes con cédula de persona física que existen actualmente en el país, conozco a por lo menos 2,000 que, por sus ingresos, edad y modelo de negocio, deberían ser agentes persona moral, pero cuyo afán de ocultar y controlar el dinero es mucho, mucho más fuerte que su visión empresarial.
Se les ha perdido la brújula en el sentido de que la definición de ÉXITO EMPRESARIAL no solo es generar y guardar dinero.
EL DINERO NO ES BUENO NI MALO, PERO SÍ PUEDE SACAR LO MEJOR O LO PEOR DE TI
Afortunadamente también conozco casos en los que los ingresos se han aprovechado para generar más empleos y crear infraestructura, que también es inversión (aquí recuerdo que una pareja que tenía dinero ahorrado para comprar otra casa a manera de inversión me dijo, luego de conocer la visión empresarial: “Miguel, ya me convencí de que una casa para rentar no me va a dar más negocio, pero invertir en mi negocio sí me va a dar en el mediano plazo para más casas que rentar”).
También tengo muy presente el caso de un amigo que recibiría un bono de monto extraordinario, y uno de sus amigos le aconsejó invertir en un par de “peseras” (vehículos colectivos de su colonia). Al cuestionarle que ése no era su negocio, que no lo conocía y que el negocio que conocía era su empresa de asesoría en seguros, decidió invertir en comprar y mejorar sus oficinas y personal, y hoy es aún más destacado y próspero que hace muchos años. Eso me da un gusto infinito.
También he encontrado a padres que con los recursos generados de sus esfuerzos en la venta de seguros han mandado a sus hijos a las mejores universidades, les pagan maestrías y otros estudios y, cuando les ofrecen pasar a formar parte de la empresa de asesoría en seguros, no los dejan ejercer sus habilidades, les pagan mal o los mantienen confundidos sin un plan de ingresos, prestaciones claras ni participación de la empresa; solo que les siguen “manteniendo sus gustitos de juniors” y con ello los confunden, y minimizan sus potenciales empresariales.
Y, por último, quisiera hablar de parejas que han encontrado en el trabajo en equipo una gran fuente de prosperidad y crecimiento familiar, pero también las que se han disuelto por problemas de dinero, poder o porque la mujer destaca más como asesora, y el hombre se siente atacado o menospreciado.
De todo eso me ha tocado ver, y por ello el título de este apartado.
Poderoso caballero es Don Dinero.
¿NO TIENES LLENADERA?
Por último, observo que a muchos agentes de seguros a quienes la fortuna y el trabajo les han favorecido -y cuentan con grandes recursos económicos que han invertido en sus empresas, su equipo de trabajo y su crecimiento personal y familiar-, tal vez les está llegando la hora de integrar, dentro de sus iniciativas y estrategias, prácticas de negocios que aporten a la sociedad y al medio ambiente, ya que, afortunadamente, también tengo el gusto de conocer y apoyar a agentes y promotores que se están involucrando en este tipo de certificaciones, en programas internos como Unicef, Lazos, Fondo para la Paz, risaterapia, ESR, sistemaB y muchos otros que impactan directamente en la sociedad y el medio que nos rodea.
Mi bisabuela usaba la frase que tiene este apartado cuando los nietos y bisnietos abusábamos de la comida, bebida o de otros placeres que nos eran dados o que nos ganábamos.
Estoy seguro (y en mi mente retumba) de que al ver los ingresos de muchos que conozco a mi alrededor (incluyéndome), seguramente mi hermosa bisabuela Nora voltearía y me diría: “¿No tienes llenadera mi hijito?”.
¿Cuánto es suficiente para ti? Por supuesto que no digo que no lo generes. La pregunta es: ¿en qué lo usas?
Recuerda las cuatro fuerzas que están controlando el mundo hoy:
DISRUPCIÓN
DESMONETIZACIÓN
DEMOCRATIZACIÓN
DIGITALIZACIÓN
Fuente: Organizaciones Exponenciales/ Ismail Salim