El cambio climático se ha consolidado como uno de los principales riesgos emergentes a nivel global y en México, según el AXA Future Risk Report 2024, este fenómeno representa una amenaza crítica para la sociedad, con impactos previstos en los próximos cinco a 10 años. Su influencia abarca no solo el entorno físico, sino también aspectos sociales, económicos y, de manera alarmante, la salud humana.
El cambio climático incrementa la frecuencia y severidad de fenómenos naturales como huracanes, sequías y olas de calor, eventos que representan un riesgo directo para la vida humana y la infraestructura, alterando los ecosistemas y generando pérdidas económicas considerables.
De acuerdo con el doctor Juan José Plata, director médico de AXA México, el cambio climático tiene también repercusiones indirectas, facilitando la propagación de enfermedades y afectando tanto la salud física como mental de las personas.
“No solamente son las víctimas directas de un fenómeno natural, sino que también la salud de las personas se verá afectada en el mediano y largo plazo porque las condiciones del clima están cambiando. Recientemente, hemos visto casos de enfermedades en ciudades urbanas que antes solo estaban presentes en zonas tropicales; como el dengue”, explicó el doctor Plata.
Añadió que, entre los impactos más preocupantes se encuentran:
– Propagación de enfermedades infecciosas, como el dengue, ahora común en zonas urbanas.
– Incremento de enfermedades no transmisibles, como problemas respiratorios y cardiovasculares derivados de la contaminación del aire.
– Afectaciones a la salud mental, debido a los desastres naturales y el estrés asociado con cambios climáticos.
Por otra parte, el directivo de AXA indicó que la contaminación del aire, uno de los factores clave en el calentamiento global, agrava la crisis de salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aire contaminado contribuye a un tercio de las muertes por accidentes cerebrovasculares, infecciones respiratorias, cáncer de pulmón y cardiopatías, sumando más de siete millones de muertes anuales.
En este sentido, la OMS estima que más de 3.6 millones de personas viven actualmente en zonas vulnerables al cambio climático. Además, proyecta que entre 2030 y 2050, este fenómeno provocará 250,000 muertes adicionales al año debido a enfermedades como la desnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés térmico.
En México, donde las enfermedades crónicas tienen una alta prevalencia, la situación es aún más preocupante. El doctor Plata subrayó la importancia de adoptar un enfoque preventivo en la salud para mitigar los efectos catastróficos del cambio climático:
“Hoy más que nunca es clave darle un enfoque preventivo a la salud, para evitar que los efectos del cambio climático en la salud sean catastróficos para el bienestar de las familias”.
El cambio climático no solo es una crisis ambiental, sino una amenaza directa y creciente para la salud global. Combatirlo requiere un esfuerzo conjunto y urgente, con medidas preventivas y políticas que prioricen tanto la sostenibilidad ambiental como el bienestar humano.