Ante la incertidumbre y la vulnerabilidad financiera en las empresas, la reacción natural de protección es cuidar los recursos, bajar los gastos y hasta eliminar todo lo que se pueda, posponer los proyectos y ser cautelosos, e inclusive despedir personal si fuera necesario.
La crisis es una invitación a buscar nuevas formas, pues aparece la destrucción de lo que tradicionalmente hacemos y el dolor tecnológico; aparecen por un lado la prisa y por el otro la presión de no precipitarse.
Una vez más, frente a la paradoja de la vida, renovarse implica invertir; invertir significa arriesgar; y arriesgar implica esperar mejores momentos. ¿O es la crisis la que nos ofrece la mejor plataforma para doblar la apuesta en estos momentos?
Soy mucho más atrevida que capaz. Mi naturaleza me obliga a centrarme, a centrarnos como empresa, en las grandes oportunidades que nos da el privilegio de ser parte de un sector a prueba de balas, a prueba de crisis, e incluso a prueba de pandemias.
Estamos viviendo, de forma paralela a las malas noticias políticas y económicas, potenciadas además por la COVID-19, grandes oportunidades dentro del sector:
- Cambio de prioridades en el consumo. Los seguros de Vida y de Gastos Médicos Mayores dejaron de ser los últimos en la lista.
- Las malas noticias son tan virales como la propia pandemia. El hecho de conocer el número de contagios, muertes y falta de hospitales nos ha dejado en una frecuencia de conciencia y sensibilización tal que nuestros propios asegurados manejan sus objeciones para mantener en vigor sus seguros de Vida y Gastos Médicos.
- El dinero sigue circulando, esto es, cambiando de manos. Unos sectores se ven afectados y al mismo tiempo muchos otros sectores no atendidos resultan beneficiados y tienen necesidades no solo personales o familiares. Se hace presente la demanda de coberturas empresariales.
- La reforma en materia de subcontratación y la regularización de las empresas y sus trabajadores son una gran oportunidad para colaborar en la construcción de los planes de beneficios para los empleados.
- ¿Y los impuestos? Para aquellos a quienes les va mejor, es momento de recibir un agente de seguros para revisar las plataformas de la propia LISR, que invitan a iniciar planes de retiro deducibles; o incluso revisar la cobertura de Hombre Clave para el bienestar del presente y futuro de las empresas.
- Respecto a las aseguradoras, éstas aceleraron el futuro para traerlo al presente beneficiando no solo a los asegurados, sino también a la fuerza de ventas, que somos parte de las fuertes inversiones para estimular las ventas y los procesos. Agentes y promotores decidimos en qué momento subirnos al vagón del tren que pasa frente a nuestros ojos. Unos antes, otros después; algunos han decidido solo verlo pasar… Campañas, lanzamientos tecnológicos, aplicaciones, firma electrónica, eventos presenciales que se convirtieron en eventos virtuales… Mucho más personas tenemos acceso a noticias, celebraciones y lanzamientos.
- MDRT, Kinder Brothers International; Universidad Hoopis y Limra están a la distancia de nuestro ipad; hay programas al alcance de promotores y agentes. Esto nunca antes fue imaginable.
- Optimización del tiempo. Mientras que en el pasado en la capital de nuestro país la aspiración era poder sobrellevar el tráfico, el estacionamiento y la espera en recepción, ahora salir de una cita y entrar en otra implica solo algunos movimientos en el teclado.
- Más de 1000 pymes han cerrado sus puertas, y con ello millares de personas buscan una oportunidad de trabajo. Nuestro sector necesita sumar personas a la fuerza de ventas para alcanzar una mejor penetración de mercado y con ello crear mayor cultura de previsión.
- Pensando en la tecnología, nunca antes había encontrado una cantidad tan grande de ofertas de soluciones. O quizás ahí estaban, también dormitando, y llegó el momento en el que salieron a exponerse en todos los medios para ofrecer centenares de soluciones.
- Accesibilidad. Estamos tan lejos y tan cerca de poder escuchar a los grandes del sector. Cientos de entrevistas y exposiciones de los grandes agentes de seguros, de los directores generales de las aseguradoras, de los funcionarios de AMIS, CNSF, Amasfac, Aspro, coaches empresariales, cursos de ventas y el mismo periódico El Asegurador. Tan lejos como decidas no participar y tan cerca como seleccionar el evento y participar desde tu sala de TV.
Desde mi personal experiencia, estos tiempos nos invitan a la reinversión, a la apuesta por nuestros despachos de seguros o promotorías, porque son tiempos de doble o nada.
La luz se empieza a ver al final del túnel; y, cuando llegue ese momento, será tarde pensar en el nuevo modelo para regresar a la muy nombrada nueva normalidad. Pensemos desde ayer cómo regresaremos, qué necesidades tendrá nuestra fuerza de ventas hablando de espacios. El trabajo a distancia permanecerá, y debemos definir anticipadamente cómo equilibrar lo virtual y lo presencial; cómo influirá la ubicación física de empleados o agentes, o incluso de clientes, en tu nuevo modelo de negocios. La forma de contratar se replantea.
No invertir lo suficiente en nuevas tecnologías podría significar la desaparición.
Debemos justificar cada metro cuadrado de oficinas pensando en la empresa que se quiere ser.
La educación ya nunca será igual, y la capacitación de nuestra fuerza de ventas tomará otras modalidades.
¿Los grandes eventos presenciales deberán tomar un rumbo distinto? Los seminarios, las convenciones, las premiaciones…
Apostemos por el sector, por generar empleo, por las nuevas tecnologías, por mantener nuestras relaciones humanas frente a los agentes y los clientes, y especialmente por invertir en tu promotoría o tu despacho de seguros.
Doble o nada por un 21 negro, ¡aunque en la ruleta sea rojo!