Debido a la pandemia por la que atravesamos actualmente a causa del COVID-19 y que la propagación de dicho virus no sea mayor, los gobiernos del mundo han establecido reglas para que las personas permanezcan en sus casas, los negocios cierren y las empresas trabajen a distancia, entre otras.
Esta situación se ha traducido en que en muchos países de América Latina el crimen -específicamente los homicidios- ha presentado una disminución considerable.
Analistas del caso afirman que el encierro ha dejado menos oportunidades para los crímenes no solo porque la gente se alejó de las calles, sino porque los propios criminales prefieren quedarse en casa para protegerse del virus: sin dejar de tomar en cuenta que, como la actividad comercial y los negocios permanecen cerrados, las calles resultan más fáciles de vigilar.
En el caso de México, en marzo se registraron 2,585 homicidios, una de las cifras mensuales más altas registradas. Los analistas afirman que esto se debe a que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, tardó más que otros países en tomar medidas de restricción ante el COVID-19, emitiendo la orden de confinamiento hasta el 20 de marzo y además de manera voluntaria, por lo que aún en estos días y en muchos lugares del país, la vida transcurre con normalidad.
Por su parte, Maribel Cervantes Guerrero, secretaría de Seguridad del Estado de México dijo que a partir de la campaña “Quédate en casa”, las autoridades sí han visto una reducción en la mayoría de los delitos en esta entidad, incluyendo los homicidios, los cuales cayeron de 74 durante la última semana de marzo, a 42 durante la primera semana de abril.
Sin embargo, Eduardo Guerrero, analista de seguridad de la Ciudad de México, pronostica que si el confinamiento continúa después de abril, es probable que delitos como el saqueo empiecen a aumentar, particularmente en estados con altos niveles de pobreza y en donde funcionarios locales no logren implementar programas sociales que ayuden a mitigar el impacto económico de la pandemia.
En lo que se refiere a El Salvador, el número de homicidios se redujo casi a la mitad en marzo, mes en el que se registraron solo 65 homicidios contra los 114 de febrero, pasando de cuatro diarios a solo dos. En Honduras la cifra también ha bajado.
En Buenos Aires, Argentina, donde se pidió a los ciudadanos permanecer en casa desde mediados de marzo, los robos han caído de 225 a 30 en un día, una reducción casi de 90 por ciento, señaló Sabina Frederic, ministra de Seguridad de Argentina.
Por su parte, Renato Sérgio de Lima, director del Foro Brasileño de Seguridad Pública, dijo que los asaltos y otros crímenes “rutinarios” han disminuido en varios estados de Brasil.
Y en Colombia, luego de que el presidente Iván Duque Márquez, declarara cuarentena nacional el 20 de marzo, los reportes de delitos también han tenido un decremento. El país registró 91 homicidios entre el 20 y 25 de marzo, en comparación con los 206 registrados durante el mismo periodo el año pasado, además de que los robos bajaron de 5045 a 486 en estos mismos días.