La industria de los seguros en México se encuentra a la vanguardia mundial en materia regulatoria y de solvencia; no obstante, en cuanto a penetración, el crecimiento de este sector es muy plano, por lo que resulta apremiante exaltar y hacer más evidente la función que tienen los seguros entre la sociedad, aseveró Ricardo Ernesto Ochoa Rodríguez, presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).
Ochoa Rodríguez participó en la 29.ª Convención de Aseguradores, que celebra anualmente la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), y ahí reconoció que hay algunos elementos que son paradójicos en relación con ese buen nivel de solvencia y de regulación que existe en el sector y que la penetración del seguro en México, comparada con otras economías de América Latina en las que el ingreso per cápita es menor, es muy baja.
El funcionario de la CNSF anunció que para revertir esta realidad la administración que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador planea avivar la industria de los seguros en México con la difusión de microseguros ligados a plataformas tecnológicas y gravámenes fiscales, con lo que el mercado podría crecer hasta 250 por ciento.
Ochoa Rodríguez detalló: “Se debe ampliar la cobertura que actualmente se tiene, para que se incluya cada vez más a una población que hoy está al margen de los beneficios de estos productos. Generalmente, se trata de una población que, en la faceta económica y social, es muy vulnerable a la materialización de ciertos eventos, principalmente los catastróficos de carácter natural”.
El representante de la CNSF insistió en que se deben retomar y hacer más evidentes los beneficios que tienen los seguros en la preservación de la estabilidad y el crecimiento de la economía en su conjunto. También se debe justipreciar la función del seguro en la consecución de los propósitos que se plantea el titular del Ejecutivo en materia de política social.
En su mensaje ante representantes del sector asegurador, el funcionario señaló que hay que voltear a ver el desarrollo tecnológico, que puede traer muchos beneficios a la industria, como reducir costos y llegar a sectores de la población que no están cubiertos.
En este sentido, Ochoa Rodríguez expresó que la industria no ha encontrado un canal adecuado de distribución. A mayor abundamiento, dijo que no se puede ofrecer un microseguro persona por persona porque este proceso es más caro que el costo de la prima. “No es justificación el hecho de que la gente tenga pocos recursos, pues nosotros como sociedad debemos buscar cómo ir asegurándola”, sentenció.
El funcionario destacó que moverán al sector por medio de proyectos impulsados por las insurtech que no perjudicarán el tradicional modelo de negocio de las aseguradoras. Además, el presidente de la CNSF adelantó que trabajan codo a codo con la AMIS para crear las condiciones que permitan fusionar el predial a un seguro.
Ochoa Rodríguez indicó que, como reguladores, “lo que tenemos que hacer es encontrar el balance adecuado para gestionar los riesgos que el desarrollo tecnológico trae consigo y comprender las innovaciones tecnológicas que se están dando; pero tenemos también que gestionar los riesgos de una forma más estratégica”.
El funcionario regulador añadió que se deben destacar más los beneficios potenciales que puede tener este desarrollo tecnológico en el diseño y generación de nuevos productos y en la cadena de valor del seguro.
El representante de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas se refirió a los cuatro grandes retos sobre los cuales se deben desarrollar alternativas y ampliar las que ya existen para poder mejorar las tendencias que hoy presenta el sector asegurador.
El primero de ellos está relacionado con la esperanza de vida, el envejecimiento poblacional y el incremento en los costos de salud. En este punto, indicó Ochoa Rodríguez, se deben crear nuevas opciones para enfrentar de forma eficiente dichos cambios.
El segundo riesgo es el cambio climático, tema en el cual “como sector, tenemos una tarea pendiente, que es construir una agenda de adaptación que debe venir acompañada de medidas de prevención que tienen que ver con nuevos estándares de construcción de viviendas, de infraestructura pública y de localización”, dijo.
El tercer reto, a decir de Ochoa Rodríguez, es la inteligencia artificial, el análisis de grandes cantidades de información, una práctica que, puntualizó, permitirá tener elementos de innovación dentro del sector, que pueden incluso cambiar los aspectos más tradicionales de la base de los seguros.
Por último, el regulador se refirió a los riesgos tecnológicos, particularmente el de ciberseguridad. Al respecto, Ochoa Rodríguez advirtió que en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas estarán muy pendientes del alcance de estas amenazas, ya que “el riesgo cibernético se ha vuelto tan relevante que, siendo un riesgo operativo, tiene que verse y tratarse de manera particular, y deberá analizarse no solamente desde una perspectiva tecnológica, sino también desde el punto de vista del Gobierno Corporativo de las compañías”.